Desde que tenía siete años aprendió a tocar la guitarra, actualmente, Álvaro García Ramos costea sus estudios de medicina tocando en el centro de Xalapa canciones de diferentes géneros.
"Aprendí a tocar desde los siete años, y como las cosas en casa ya estaban difíciles, como ya sabía tocar un instrumento, empecé a salir a la calle y la verdad me ha resultado, hasta la fecha puedo seguir estudiando".
Se instala en los bajos del edificio Nachita, donde acostumbra instalarse por las tardes y tocar canciones de rock, pop y jazz, huapangos, entre otros géneros.
"En el centro y sus alrededores, es lo que me queda más cerca para ir a la escuela".
Álvaro se distingue entre los demás músicos que tocan en el centro porque regularmente viste de blanco. "Es mi último recurso, ya que me la paso todo el día en la escuela", cuenta en una pausa.
Toca de dos a tres horas, de lunes a domingo y en promedio gana dos mil pesos a la semana.
"Nos habían dicho que ganábamos entre 80 y 100 pesos la hora, más o menos".
Ya sea en español o inglés, sus canciones son del agrado de los transeúntes, que no dudan en dejarle una moneda.
"La mayoría de las canciones que he tocado es porque me las piden, ya me las grabo, lo que es José José, Juan Gabriel, Roberto Carlos. Todas esas las tengo porque la gente ya me las ha pedido".
Recientemente es acompañado en el chelo por Emilio Huerta, otro joven músico que de igual forma se apoya para financiar sus estudios de música tocando en la calle.
Es originario de Querétaro y estudia el quinto semestre en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana.
"Siempre hay músicos nuevos, músicos distintos aquí en el centro. Se va a encontrar en cada esquina a un músico distinto, regularmente nos vamos conociendo, por ejemplo, yo aquí conocí a Álvaro".
Cada uno con su talento son parte de la escena musical urbana de Xalapa.