En 1813, el día 12 de abril, José María Morelos acompañado del ejercito insurgente toma el puerto de Acapulco.
Fue un enfrentamiento entre el ejército insurgente bajo el mando de José María Morelos y el ejército realista al mando de Pedro Vélez de Zúñiga en el marco de la Guerra de independencia de México.
Se trató de un asedio iniciado por los insurgentes con el objetivo de tomar control del Puerto de Acapulco, uno de los puertos más importantes de México con especial importancia estratégica.
El 6 de abril de 1813 el general Morelos avanza hacia Acapulco con unos 500 hombres. Desde el puerto, Morelos podría controlar las comunicaciones por la costa con Filipinas, Centroamérica y Sudamérica, y al mismo tiempo podría beneficiarse de los ingresos generados por el comercio local. La toma de Acapulco también serviría el propósito de interrumpir las comunicaciones y el sistema comercial del virreinato para aislar a la Nueva España de la costa del Pacífico y las Filipinas. El asedio se prolongó por seis días. El 12 de abril los insurgentes logran sitiar Acapulco y tomar control de la plaza. Después de fuertes enfrentamientos las tropas realistas se refugiaron en el Fuerte de San Diego, donde logran resistir hasta agosto del mismo año (1813) cuando se firma un acuerdo de armisticio entre José María Morelos y Pedro Vélez. Los insurgentes toman control de la fortificación.