Desde hace más de 13 años Ramiro Ramírez Lobato `Ce Cipactli´ se dedica a la danza prehispánica. Ha estado en Puebla, Tlaxcala, en la Ciudad de México, Tabasco y Quintana Roo promoviendo la cultura de los pueblos originarios, que dice, ha renacido actualmente.
“Vivimos en un tiempo donde está renaciendo nuestra cultura. Desgraciadamente hoy en día, nuestro pueblo está perdido con su identidad cultural. Llegan influencias de otros países como la gringa, y nuestros jóvenes se pierden. Hoy en día está renaciendo este tipo de cultura en nuestro país, estamos renaciendo. Se dice que cortaron nuestros troncos, nuestros frutos, pero jamás nuestras raíces”.
Cuanta que “nuestra cultura tiene más de mil años de estar establecida en este lugar, en esta región y solamente tenemos 500 años de invasión, entonces tenemos otros 500 años de cultura más para sobresalir de ella, ese es un trabajo de resistencia de hace más de 500 años”.
Su gran penacho de plumas hecho por él mismo llama la atención cuando camina por las calles del centro. Al frente porta la cola de cocodrilo a la que evoca la tradición que sigue de sus ancestros.
“A mí me lo enseñó mi abuelo paterno. Viene de una cadena que se sigue y continuará. Todo tiene un camino. A mí me lo empezaron a enseñar desde muy pequeño, mis abuelos. Esto es una tradición oral que se va pasando de generación en generación. La importancia de que se pueda transmitir a los jóvenes es para que no se pierda y se pueda mantener”.
Los danzantes de las diferentes culturas prehispánicas que actualmente mezclan en algunos casos elementos del New Age siguen una rigurosa disciplina física, espiritual y mental.
“Nos encomendamos a las energías de la naturaleza. Nosotros no creemos en los dioses, sino más bien en la energía del sol, del agua, la transformación por medio del reposo, la naturaleza así misma y los animales sagrados son una parte importante de nuestra cultura”, asegura.
“Esto es un trabajo muy arduo, ya que no hay ninguna escuela donde se pueda transmitir este conocimiento. Todo está hecho y creado por mis manos, a partir de materiales reciclables como son las plumas, los cráneos de animales, las pieles, las semillas. Todo poniéndole intención de la tradición”.