La cuarta ola de COVID-19 asestó un duro golpe a los menores de edad, que aún no pueden acceder al esquema de vacunación, pues tan sólo en el mes de enero los contagios de la variante Ómicron se quintuplicaron en niñas, niños y adolescentes.
Además, se ha comprobado que los menores son propensos a complicaciones como el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (MIS-C, por sus siglas en inglés) y el COVID prolongado, con una prevalencia de síntomas que alcanza el 60 por ciento de los casos.
De acuerdo con el reporte del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), integrado con información de la Secretaría de Salud federal, los casos de COVID-19 pasaron de mil 411 en diciembre de 2021 a 8 mil 166 casos en enero, es decir, 5.7 veces más.
En cuanto a las defunciones, estas pasaron de siete en diciembre de 2021 a 38 en el primer mes del 2022, sumando 855 desde que comenzó la pandemia, de las cuales 398 correspondieron al sexo femenino y 457 al sexo masculino.
Los adolescentes de 12 a 17 años resultaron los más afectados por la cuarta ola de COVID-19 en México, ya que representan el 56.4 por ciento de los contagios.
Esto debido a que sólo los menores de 15 a 17 años han podido acceder a la vacuna contra el coronavirus, pero los adolescentes de 12 a 15 años sin comorbilidades (es decir, la gran mayoría) siguen a la espera de un biológico.
El segundo grupo más afectado fue el de los niños de 6 a 11 años con el 24.7 por ciento de los contagios y el de 0 a 5 años con el 18.9 por ciento de los casos positivos a COVID-19.
Los contagios de COVID-19 en niños, niñas y adolescentes registrados durante la cuarta ola estuvieron a punto de alcanzar a los acumulados durante la tercera ola en agosto de 2021 ocasionada por la variante Delta, en la que se registraron 8 mil 753 casos y 62 defunciones en menores de edad.
Menores propensos a complicaciones por COVID-19
En entrevista para Radio Fórmula Digital, Rosa María Wong Chew, jefa de la Subdivisión de Investigación Clínica de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lamentó que no se tengan datos suficientes para evaluar el desarrollo de la nueva variante en los menores de edad, pues la Secretaría de Salud se ha limitado a compartir algunas gráficas de forma periódica, pero no cuenta con una base de datos actualizada y desglosada en tiempo real.
“Datos nacionales la verdad es que no tenemos muchos, la secretaría de Salud ha mostrado algunas gráficas en donde reportan número de casos por grupo de edad y en los menores de 18 años hay un incremento muy importante en el pico de Delta pero es mucho más en el pico de Ómicron”, destacó.
La universitaria aseguró que el grupo de los menores de 18 años ha sido “bastante afectado” durante esta cuarta ola causada principalmente por la variante Ómicron de SARS-CoV-2.
El cuadro clínico que padecen los menores, precisó, es parecido a las otras variantes, pues la gran mayoría de los niños presentan infecciones leves con síntomas como fiebre, tos y congestión nasal.
Sin embargo, los menores también pueden tener algún problema que afecte a la laringe, pues hay evidencias a nivel internacional de que puede haber infección de la laringe y de los bronquios.
“Hay reportes internacionales en los que se ha observado casos de laringitis, pero en realidad el cuadro clínico se presenta igual que con los demás, un pequeño porcentaje tiene posibilidades de complicarse pueden desarrollar neumonia, neumonia severa o el síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (MIS-C, por sus siglas en inglés)”.
“Aunque en México no se tiene datos, otros países como Estados Unidos vieron un incremento en hospitalizaciones en menores de 18 años con neumonía”, destacó.
La especialista en infectología pediátrica indicó que algunos de los síntomas de alerta que podrían indicar la presencia de neumonía en los menores pueden ser la falta de aire, un aumento en la frecuencia de la respiración (respiran muy rápido), los labios o dedos morados, el hundimiento en las costillas, la falta de apetito y la postración.
“Todos esos son signos de que hay algún problema a nivel respiratorio grave y en el caso del síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico, por lo general se presenta tres o cuatro semanas después del contacto con alguna persona, sin necesidad de que el niño haya presentado ningún síntoma”, explicó.
Wong Chew detalló que, como resultado de la infección, tres a cuatro semanas después, los menores empiezan a presentar ojos muy rojos, fiebre constante y erupciones en la piel, síntomas que están asociados con marcadores inflamatorios que pueden afectar varios órganos y tejidos, como el corazón, los pulmones y los riñones, poniendo la vida de los niños en riesgo.
COVID prolongado en menores es una realidad
La médico pediatra afirmó que, si bien las complicaciones no son tan frecuentes en menores, estas no se pueden predecir por lo que es recomendable comenzar ya la vacunación contra el COVID-19 en niños, niñas y adolescentes.
“Precisamente porque el COVID-19 puede ser grave en niños sí se recomienda por muchas organizaciones internacionales la aplicación de la vacuna. En muchos países la están aplicando desde los cinco años y otros países como China y Cuba están aplicando sus vacunas a partir de los tres años”, aseveró.
La médico pediatra explicó que por un lado se tienen los casos graves donde hay neumonías severas y por otro, el MISC y las secuelas de COVID-19, pues conforme han aumentado los contagios también lo han hecho las evidencias de que el COVID prolongado sí se está presentando en niños.
“Hay prevalencias que van desde cuatro hasta el 60 por ciento de los que presentaron COVID-19 y algunos reportan que los síntomas pueden prolongarse desde cuatro semanas a seis meses”, subrayó.
Como parte de estas secuelas, los niños pueden presentar desde falta de apetito, falta de actividad, cansancio, fatiga, depresión, falta de concentración, irritabilidad y tos, puntualizó la doctora Wong Chew.
La especialista en pediatría e infectología destacó que a los problemas de salud de los menores, se suman los de tipo emocional y psicológico que dos años de encierro por la pandemia han dejado en los menores, por lo que consideró importante la vacuna para que los niños puedan retomar sus actividades con todas las medidas de seguridad.
“Eso es algo que también se ha visto en nuestro país. La falta de socialización ha causado problemas de depresión y de falta de desarrollo en los chicos. Es importante que se retomen las actividades en una nueva normalidad, pero con todas las medidas de seguridad posibles, incluida la vacuna”, concluyó.
Hospitalizaciones en menores: también necesitaron intubación
A los contagios se suman las hospitalizaciones registradas por la Secretaría de Salud y que no reporta la SIPINNA, y que hasta enero han alcanzado a 12 mil 977 pacientes menores de 18 años, de los cuales 971 necesitaron intubaciones.
Además, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) reporta mil 88 defunciones en el rango de edad de 0 a 17 años, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud Federal.
A la par, aseguró que debido al número limitado de pruebas diagnósticas realizadas, los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2020 sobre COVID-19 y del reporte del exceso de mortalidad de la SS indican que las cifras de contagios y defunciones en realidad ascienden a unos 8 millones 856 mil 990 en México, de las cuales 2 mil 394 corresponderian a menores de edad.
La Red destacó que existen vacunas seguras y eficaces para niños como la Pfizer-BioNTech que ha sido aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y los organismos reguladores de Estados Unidos (FDA/CDC) para menores de 5 a 17 años.
Por ello, la Red demandó que se diseñen medidas de política pública para que los menores puedan acceder a la vacunación y cuenten con el derecho de proteger su salud.
“Exigimos que se diseñen las medidas de política pública para tales efectos, que se validen socialmente, y que se destinen los recursos necesarios para realizar una jornada de vacunación generalizada para las niñas, niños y adolescentes en México”, expresaron.