El cabello desaliñado de Andrés Manuel López Obrador se acabó. Expertos en imagen política coinciden en que encara su tercera y posiblemente última campaña presidencial con una nueva y eficaz imagen: luce nuevo corte de cabello, más alineado, con más frescura, paternalista y también busca exteriorizar confianza y estabilidad a través de una familia ideal, al mostrar públicamente a su esposa Beatriz y sus cuatro hijos.
A López Obrador, de 64 años, nadie lo asesora en cuanto a su imagen. Según miembros de la dirigencia de Morena consultados por EL UNIVERSAL, se niega a ser “coacheado” por un profesional, pero recibe recomendaciones de su círculo más cercano.
Asesores y estrategas en imagen y marketing político, como Marco Sifuentes, Anna Laura Montiel y Arturo Salcedo, coinciden en que detrás de él hay un trabajo de asesores externos para mostrarse como un personaje más asentado, con una imagen renovada, más alineado y con una serie de valores familiares como la responsabilidad y la unión.
Pero los expertos también afirman que uno de los grandes negativos de López Obrador son sus declaraciones fuera de contexto que le generan rechazo de la ciudadanía.
“Tiene reacciones, puntos que a él le incomodan, que todavía sigue sin poder controlar, no tanto al tema de ‘cállate chachalaca’, pero lo acabamos de ver con lo de los blancos, asoleados y demás”, dijo Gisela Rubach, directora general de Consultores y Marketing Político.
Anna Laura Montiel, directora de la empresa Comunicación e Imagen, dice que comparado a 2006 y 2012, ahora en su tercera elección, hay un cambio físico positivo en AMLO, resultado de una asesoría que expertos le han dado. Es decir “se preocupa por tener una apariencia mucho más alineada, limpia y más cuidada en cuanto a su vestimenta”.
Su forma de vestir, dice, no es muy moderna, más bien conservador —con guayaberas, a veces trajes—, y cuida su imagen sin llegar al extremo, pues busca llegar a un mayor número de segmentos.
“Su vestimenta no lo hace diferente, sino más incluyente, a partir de una apariencia pulcra y cuidada”, aseguró.
Anna Laura Montiel coincidió en que antes era reacio a mostrar a su familia, pero a partir de una asesoría que le han dado en esta tercera campaña busca una exposición más transparente, ya que quiere mostrar a una familia muy ordenada, con una serie de valores de unión, compromiso, trabajo y armonía.
“Ahora López Obrador te presenta a sus hijos, es decir ‘soy como tú, tengo una familia ordenada, puedo ser un buen presidente, vengo desde abajo’. Creo que todas las ideas de Andrés Manuel tienen ahora una estructura desde el punto de vista del marketing político y la imagen pública.
“Los políticos cuando muestran a su familia, buscan mostrar que son como tú, pero que además tiene una familia ordenada, porque al hablar de familia te vincula a una serie de valores como la unión, el compromiso, el trabajo, la armonía”, precisó Anna Laura Montiel.
Gisela Rubach coincide en que normalmente los candidatos tratan de humanizarse mostrando a sus familias, y en este caso López Obrador también lo hace para tachar los señalamientos contra sus hijos.
Sara Calvo dijo que su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, toma un papel fundamental en esta parte de la campaña: “Es un ejemplo, y una gran estrategia, porque es ejemplo de ser una persona familiar, es el ejemplo ideal que la gente quiere ver. La gente no quiere ver a un dictador solo, quieren ver a una persona”.