La prohibición de la venta de bebidas azucaradas y alimentos “chatarra”, podría volverse un círculo vicioso que va más allá de la prohibición, lo que se debe plantear es la sensibilización de las familias veracruzanas en los hábitos alimenticios, destacó Josefina Castrejón Olguín, directora del Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores y de la Calle (MATRACA).
Ante la propuesta que hizo en días pasado la diputada de Morena, Magaly Armenta Oliveros, para que en Veracruz se prohíba la venta de estos alimentos a menores de edad, tal como ya se hizo en Oaxaca y Tabasco; Castrejón Olguín señaló que esta prohibición podría incluso resultarles más atractiva o podrían ser los propios padres quienes lo compren para llevárselo a los menores.
“Como iniciativa no está mal por el punto que quieren atacar que es directamente la obesidad que lamentablemente va en aumento en los niños y adolescentes”.
Sin embargo, resaltó que el trabajo debe ir más allá de la prohibición, si no de estrategias de concientización para que los padres no compren a sus hijos estos productos y puedan tener mejores hábitos alimenticios.
“Se debe crear una sensibilización sobre los hábitos alimenticios desde casa puesto que lo primero no garantiza que los menores no tengan acceso a la comida chatarra”, explicó.
Finalmente, insistió en que, aunque se prohíba podría haber estrategias indirectas y que no sean los niños quienes directamente vayan a comprar los productos sino los adultos y así puedan seguir consumiéndolos.