Trabajadores de la comunidad LGBT continúan siendo víctimas de prácticas de discriminación y exclusión laboral al ocupar un cargo dentro de la administración pública del Estado.
De acuerdo a la abogada y activista Jani Jiménez Alarcón, quien laboró para la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) que encabeza, Namiko Matsumoto Benítez, explicó que ella tuvo que renunciar debido a que no era tratada al igual que su compañeros por su condición de género; además de que la carga de trabajo era mucho mayor.
"La gente aún no entiende (...) sí fue discriminación, hubieron muchas cosas de las que no quiero hablar, mismas que me invitaron a renunciar. Basta con decir que se pidió un informe de la Unidad de Acceso a la información donde se preguntó cuántas personas trabajaban ahí, ellos dijeron que eran dos, cuando en realidad éramos tres, a mí no me tomaron en cuenta, me excluyeron".
Al manifestarse en Palacio del Gobierno como parte mes del Orgullo LGBT, también recordó que hace unos meses, ella fue detenida por elementos de la Secretaría de Marina, hecho que generó que pusiera un queja ante la misma comisión tras considerar que sus derechos fueron vulnerados; sin embargo, hasta la fecha no ha sido atendida.
"Tengo tres atentados de muerte, voy a denunciar y no me hacen caso, no solamente son los tres poderes sino también el pueblo que está en contra y no saben que personas como nosotros tenemos derecho al amor y la familia".
Por esta razón, criticó que dentro del Estado, las instituciones y sociedad continúan impidiendo que la comunidad, específicamente a las mujeres transgénero, puedan acceder a un empleo digno.
"La gente nos quiere ver cómo todas las trabajadoras transgénero que están paradas en Lázaro Cárdenas, porque se le cerraron las puertas en la casa, en la escuela y en el trabajo y tuvieron que ver cómo subsistir".