El aborto debe ser permitido en casos de violación, porque al nacer el niño puede ser susceptible a maltrato infantil, el cual se puede dar desde el vientre, destacó Arturo Loredo Abdalá, director de Centro de Atención Integral del Niño Maltratado del Instituto Nacional de Pediatría.
Recordó que en varios estados de la República se ha logrado legalizar la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas de gestación, pero en otras ciudades las ideas eclesiásticas se contraponen.
No obstante, consideró que cuando una mujer es violentada sexualmente y queda embarazada, se debe de considerar la medida, pues en ocasiones, el producto de una violación puede nacer con un estigma que cargará toda su vida y que puede caer en el maltrato infantil.
"Claro que se debe considerar el por qué se está solicitando un aborto. Yo estoy de acuerdo que si la chica ha sido víctima de violación tiene que hacerlo, la idea se tiene que permitir. Esto en ocasiones se contrapone con la iglesia ¿Pero la Iglesia va a mantener a un niño que vive con un estigma? Todo depende, cómo, quién y cuándo para evitar un mayor daño”.
Tras su participación en el Quinto Congreso “Del CEM al CAE, 30 años cuidando tu salud”, el especialista manifestó que el maltrato a menores tiene consecuencias emocionales, neurológicas y físicas, sin embargo, las que con mayor frecuencia se atienden son las físicas, dejando de lado en algunos casos la atención emocional, la cual de no atenderse puede desarrollar.