Profesores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación mantuvieron por más de cuatro horas detenida la circulación en la calle Enríquez en demanda de que sean resueltos los pagos pendientes para quienes laboran en el nivel básico, desde preescolar hasta secundaria, así como los de educación indígena, educación física y trabajadores administrativos de la SEV.

Indicaron que están cansados de esperar respuestas porque necesitan tener una seguridad económica y no han parado de trabajar.

“Ya estuvo suave de tantas reuniones de trabajo, sin ningún resultado y los compañeros están al borde de la desesperación. Los compañeros no han dejado su trabajo ni un minuto, pero ya llevan muchos años sin certeza laboral…(SIC)…La sección 32 que encabeza Lázaro Medina Barragán ha sido prudente, pero ya es hora de soluciones, porque nos dan promesas”, expuso Ricardo Reyes Cruz, consejero nacional del organismo sindical.

Apuntó que van dos meses desde el inicio del ciclo escolar 2019-2020 y no hay profesores frente a grupo porque no hay pagos de interinatos y hay retención de salarios que data desde 2014 a la fecha.

“Los padres de familia por eso toman las escuelas, porque no hay maestros, pero no es que haga falta maestros, sino que los contraten, que les paguen, que les respeten las asignaciones de trabajo, hay compañeros que tienen el legitimo derecho de aspirar a una mejor condición de vida, por qué les quieren robar el sueño” declaró.

Dijo que su sindicato no suele protestar de este modo, pero que no hay alternativa porque quienes en este momento gobiernan no han atendido sus demandas.

“Somos el SNTE con S de salón, con C de calle, pero no nos están dejando alternativas. Aquí hay compañeros afectados de todos los municipios, no somos gente que busca camorra, ni pleitos, pero ya nos cansamos por tantos meses sin operar en la secretaría de Educación”, señaló en alusión a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, a la que sí han prestado atención.

Por su parte, la profesora Lizbeth señaló que son más de mil trabajadores los que exigen respuestas del gobierno de Veracruz y federal, y entre ellos están los de nuevo ingreso que se niegan a ir trabajar a las comunidades alejadas de las ciudades y la muestra está que cuando les toca irse al rancho, renuncian.