Luego de la controversial cartilla moral que el Gobierno Federal, a cargo de Andrés Manuel López Obrador, comenzará a dar la próxima semana con ayuda de algunos líderes evangelistas, los xalapeños no ven con buenos ojos que sea un grupo religioso quien deba dar esta cartilla, y mucho menos, decir cómo debe ser el comportamiento de los individuos.
En un sondeo realizado en algunos puntos de la ciudad, los transeúntes indicaron que el tener un “manual” de cómo debe comportarse la sociedad, no es algo malo si son sugerencias, pero si lo que se busca es una imposición y más de la mano de la religión, esto no sería algo favorable para los mexicanos.
Renato Argüelles, dijo, “no estoy de acuerdo, la religión tiene que quedar muy aparte de lo político, en este caso sí he escuchado que la cartilla moral la quiere enviar López Obrador; los evangélicos tienen que quedar fuera y respetar las demás ideologías religiosas de la gente, no tienen por qué imponer nada a nadie”.
Adrián comentó: “que un grupo religioso este interviniendo en cosas gubernamentales, no es algo que vea con buenos ojos a primera vista; qué es la moralidad en pleno 2019; un es algo tan fácil de digerir y no creo que el gobierno pueda decir son los principios que debes seguir; no creo que sea lo acertado”.
Julio Manuel Hernández opinó que “los evangélicos son los que más pugnan por la ignorancia por un reforzamiento moral, y ahí si no me parece que este bien; si fuera directo del gobierno, que pudiera hacerlo más circular posible, porque el propio discurso político de López Obrador es muy salvacioncita, pero que venga de la mano de los evangélicos no me parece para nada bueno”.
Eduardo Cruzado “Yo pienso que es una falta de respeto para la expresión pública por que cada quien es libre de expresar lo que piensa y lo que siente; no es necesario eso”.
Por último, para Yeid Cobos, “cada quien debe saber cómo actuar ante las situaciones que se les pongan enfrente, y no necesitan tener algo que te las mantenga por escrito por que ya es algo por sentido común; respondiendo la segunda pregunta, difiero mucho de las ideas que tienen los religiosos, podría escucharlos y ver si tenemos un punto en común, pero no las llevaría a cabo”.