La reducción a casi la mitad del presupuesto federal para las estancias infantiles en el país, implementado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no rindió a los cientos de mujeres encargadas de estos espacios dedicados a cuidar y educar a niñas y niños cuyos padres, y en su mayoría, madres solteras deben trabajar para ganar el sustento de su familia.
Su lucha es motivada actualmente por los amparos contra dicho recorte, ganados recientemente en Chihuahua tras una iniciativa de la bancada panista en el Congreso de la Unión.
En Veracruz, las encargadas de las estancias se han endeudado con préstamos bancarios o han hecho otras actividades como la venta de comida con tal de obtener recursos que les permitan seguir ofreciendo este beneficio a los niños. Otras no tuvieron alternativa y cerraron, como Jesica Garcés, quien durante 12 años hizo todo lo posible para que la Estancia Infantil "Jordis" atendiera a los niños de la localidad Sierra de Agua, ubicada en Perote. Tuvo capacidad para 60.
"La verdad nosotros tuvimos que cerrar la estancia, porque al recibir el apoyo las mamás, la verdad es que la mayoría lo ocupa para uso personal (...) para comprar todo, menos para la educación de sus niños".
“Hoy, en los pequeños de esta localidad es notoria la desatención”, contó en entrevista a su llegada a una reunión de encargadas de estancias infantiles que reciben asesoría para ingresar amparos contra el recorte Federal.
"Estamos aquí para saber si puede regresar el programa y podemos seguir operando como estábamos anteriormente. Los niños no tienen los cuidados. Ahora que ya cerramos desde hace un poquito más de un mes, los niños están muy descuidados porque las mamás se tienen que ir a trabajar y los dejan con la abuelita o con la tía. Los hemos encontrado en la calle y sí están muy descuidados...", contó Jesica, quien al no poder estudiar la licenciatura de Educación Preescolar se ha dedicado a la educación u cuidaos de los niños en la estancia infantil en su localidad.
Jeni Flores Saavedra fue la pionera en Teocelo en abrir una estancia infantil. El 4 de junio del 2007, "Sueños Mágicos" hizo realidad la posibilidad de un lugar seguro para los niños en este municipio.
"Lamentablemente por la Cuarta Transformación me vi afectada. Tenía yo una matrícula de 55 niños, de los cuales tuve que decirles a sus papás que muchas gracias, porque ya no podía yo atender el sueldo de mis empleadas. Les daba inglés, música, educación física, cobraba 200 pesos de cuota mensual por niño y pagando todos estos gastos me fue imposible continuar con dicho programa".
Con tal de no cerrar, Jeni tuvo que pedir un préstamo de 50 mil pesos en el banco, pero ni así pudo salvar su estancia: "Tuve que pedir un préstamo en el banco para poder pagar esos sueldos y considerando que en enero me iban a reintegrar el monto y con eso podría pagar la deuda en el banco. Lamentablemente al no tener ese nuevo ingreso de enero, iba yo endeudándome cada vez más y opté por cerrar el inmueble para no continuar y trabajar en otro lado".
Son ejemplos de lucha de algunas de las mujeres que no cesan en buscar alternativas para dar educación y cuidados que los padres de familia no pueden brindar a sus hijos, ya que las horas de trabajo han aumentado en la mayoría de los hogares de México para poder brindar el sustento familiar.