Para el integrante del Colegio de Ingenieros Carlos Nachón Aguirre, Manuel Carías, el gobierno de la República está mal asesorado en el tema de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional, el cual se insiste construir en Santa Lucía, pues se han hecho especulaciones, mitos e improvisaciones, convirtiéndose en “un capricho”.
“Un tema que debería ser técnico, se volvió político”, dijo el ingeniero.
El colaborador de Sin Muros, dijo en entrevista que no se ha tomado una importancia legal en el sentido de que se han venido dando suspensiones para que se inicien y continúen los trabajos, pues no se puede manejar esto con improvisación e ignorancia. Ahora, se tiene que pagar a inversionistas con dinero de la federación, generando una deuda a 20 años; ahora se costeará por no tener un aeropuerto.
En la alternativa de Texcoco se habló de que se estaban destruyendo los cerros circunvecinos para rellenar y secar el lago, lo cual comentó es falso; desde hace más de 100 años ya no existe, ya que la zona es excesivamente salubre y no prospera vegetación ni fauna. Para contener las polvaderas de la zona árida, en los 70’ se trajo de Israel árboles para formar una cortina, una especie específica que soporta el suelo tan agresivo.
Por el contrario, en Santa Lucía, existía un lago, pero no tiene las mismas condiciones de suelo, hay más flora y fauna, y para llevar a cabo el proyecto se debían talar 5 mil árboles que han crecido de manera natural, “lo que precisamente se quería evita, el daño ambiental”.
Está la laguna de Zumpango, donde llega gran número de especies migratorias, interfiriendo con las pistas aéreas; hay que aclarar que las pistas que están en Aeropuerto Internacional Benito Juárez dan directamente al lago Nabor Carrillo, pues se ha comprobado que puede estar ahí, sin general alguna afectación.
Desde que se hizo la consulta ciudadana, Texcoco era más viable porque ya contaba con un proyecto ejecutivo, se tenían estudios de impacto ambiental, de suelo, medidas preventivas, entre otros más, sin embargo, lamentó que la construcción del aeropuerto pareciera más una tendencia de brincarse las normas.
“Hay basurero radioactivo, el cual apenas se ha dado a conocer, no se han dado a conocer estudios de mecánica de suelos, hay vestigios prehispánicos, se van encontrando todas estas cosas”, comentó.
En cuanto al quebranto que se han dado a raíz de este problema, dijo que se han registrado pérdidas de 300 mil millones de pesos, eliminando oportunidades de desarrollo, sumado al financiamiento de la obra de Texcoco que había ganado premios internacionales, pues se tenía previsto que esta se pagara sola.
“Con un aeropuerto nuevo, crece más, pues los pasajeros pagarían el TUA, lo cual crece el presupuesto, y se pagaría la construcción por sí sola”.
Para finalizar, insistió en que una de las opciones más viales es construir el aeropuerto en Texcoco, pues tiene mejor conexión terrestre con el Aeropuerto Internacional Benito Juárez y mostró su acuerdo de que sean los tribunales los que tendrán la última palabra para definir la opción ideal.