Indígenas de la zona de Zongolica han tenido que emigrar a la capital del estado, derivado de la falta de oportunidades dentro de su municipio en materia de economía, salud y desarrollo social.
Adriana Tihualt, de 71 años, tuvo que dejar su lugar de origen para sumarse al proyecto de manos veracruzanas que encabeza el gobierno de Veracruz, con el afán de obtener ingreso que ayuden a mejorar sus condiciones de vida.
"Tengo que venir a vender, porque no hay dinero y no hay trabajo, no sabemos qué hacer, no nos ayudan en nada, ni 20 pesitos no dan".
Con diversas dificultades para hablar en español, la hablante de Náhualt, recordó que hace unos meses ella contaba con un apoyo económico que se le entregaba cada dos meses, sin embargo desde enero dejó de percibirlo.
"Ya no llega y ya no va llegar, según, yo me apoyaba con eso, compraba arroz, maíz, cositas para pasarla, y ahorita ya no llega, pues ya no tengo apoyo".
Dijo que ante la necesidad que presentaban ella y otras personas de su comunidad, tuvieron que viajar a la ciudad, pues consideran que es la única forma de vender sus productos artesanales, como blusas, cinturones y rebozos; sin embargo, la vida en la ciudad no ha sido fácil.
"Si no hacemos nada, cómo voy a sacar mis cositas, yo lo necesito (...) todos los del municipio se están saliendo (...) fue difícil (dejar su lugar de origen)".