El pasado 6 de noviembre de 2018, en conferencia de prensa en un hotel de la CDMX, se anunció el nacimiento de la Coalición SUMAS (Suma de Actores Sociales) que convocó a una resistencia civil permanente a nivel nacional, como respuesta por parte de la sociedad civil ante los ataques sistemáticos a la vida, la familia y las libertades fundamentales, cometidos por el gobierno federal entrante y sus legisladores. Y es que en poco tiempo, han salido a la luz las verdaderas intenciones de quienes presumían que la mentira y la traición no radicaban en su corazón.
A unos cuantos días de haber asumido sus funciones y de jurar respetar la Constitución, lejos de responder a las necesidades más apremiantes en nuestro país, los nuevos Diputados integrantes del Congreso de la Unión y algunos Senadores, han enfocado sus baterías a destruir algunos valores fundamentales que caracterizan a la cultura mexicana, como son las instituciones familiares y la vida. Las iniciativas que se están presentando, y analizando ya en comisiones, están muy lejos de lo que la gente esperaba y por lo que votó el pasado 1 de julio.
La gente votó por un gobierno que fuera transparente, honesto, un gobierno que combatiera la corrupción y la impunidad desde sus raíces, la gente dio su confianza en las urnas porque desea vivir en paz, porque creyó que se combatiría la violencia y la inseguridad, así como la pobreza y todo aquello que ha conducido a posicionarnos en los últimos lugares en el concurso de las naciones. La gente esperaba una transformación sí, pero positiva, no que los servidores públicos electos se confabularan para robarles los valores que aún le quedan y que son los que sostienen todavía su esperanza.
Las iniciativas que se están presentando por parte de los nuevos legisladores y senadores, así como las políticas públicas que se están anunciando por parte de futuros colaboradores del gobierno federal, así como a nivel local, contradicen la ciencia, la razón y los tratados internacionales sobre derechos humanos. Estas iniciativas tienen que ver con “la legalización del aborto a nivel nacional, la legalización de la mariguana y la amapola, la penalización a los padres de familia que lleven a sus hijos a recibir ayuda psicológica cuando tengan alguna confusión sobre su orientación sexual; prohibiendo las Terapias de Reorientación Sexual. Además de la “democratización” de la familia, legalización de la eutanasia, la aprobación de la “renta de vientres” o maternidad subrogada, la aprobación de “derechos sexuales” inexistentes y la imposición de la Ideología de Género como eje rector de la educación, las leyes, políticas públicas y la administración de justicia”.
Con esas iniciativas en realidad, sólo se atenta contra estos derechos que son fundamentales: el derecho a la vida, el valor de la familia natural, el derecho de los padres a educar a sus hijos, el derecho a la libertad de conciencia, el derecho al sano desarrollo psicoemocional de niños y adolescentes, el derecho a la libertad religiosa, el derecho al libre ejercicio profesional y a la objeción de conciencia y el derecho a la libertad de pensamiento, entre otros derechos fundamentales. Estamos en los umbrales de la imposición de un pensamiento único que acaba con las libertades fundamentales, traiciona al pueblo y disfraza sus mentiras con fumarolas de humo. El pueblo mexicano no tolerará que le roben estos valores.
Por todo esto, la nueva Coalición SUMAS, “convocó al pueblo de México a una resistencia civil permanente a la vez que hizo un llamado a todas las instituciones, hombres y mujeres de todas las edades, estado civil, credo religioso y nivel socioeconómico, para que se unan a esta cruzada nacional en defensa de todo aquello que más aman; invitándolos a afiliarse en la página www.LaCoalicion.mx. SUMAS dejó en claro que no solo combatirá aquellas políticas públicas que atenten en contra del “elemento natural y fundamental de la sociedad”, sino también propondrán alternativas de solución y se formularán iniciativas que ayuden a proteger y fortalecer la Vida, la Familia y las Libertades fundamentales, de acuerdo a lo establecido en los tratados internacionales sobre derechos humanos.
Nos congratulamos con la creación de la Coalición SUMAS, porque se une a la defensa de la persona y de los valores fundamentales que tanto hacen falta para reconstruir el tejido social; no podemos permitir imposiciones ideológicas que pretenden destruir lo fundamental de una persona: su vida, su familia y sus libertades.