El ayuntamiento de Xalapa no autorizó la venta de productos religiosos y artesanales en las escalinatas de la Catedral, con motivo de la fiesta en honor a San Rafael Guízar Valencia, ni en la calle Abasolo, en las inmediaciones de la Plazoleta del Carbón, dijo la regidora Consuelo Ocampo Cano, al advertir que en ambos casos, se violó la ley.
“Ningún permiso se ha otorgado, ni para las escalinatas de la Catedral, ni para la Plazuela del Carbón. Está prohibido por acuerdo de Cabildo y quienes están haciendo esta actividad están violentando una orden de la autoridad máxima del municipio”.
Desde hace dos días, vendedores locales y provenientes de otros estados, iniciaron la venta de productos en las escalinatas de la Catedral Metropolitana, sobre esto, la regidora con la comisión de Comercio dijo que además se trató de un “espectáculo” desagradable.
“Ese espectáculo que están dando en las escalinatas de Catedral, no es posible. A todos los ciudadanos, este tipo de espectáculos no nos agrada, nos molesta. Causa molestias a la población en general y también causa molestia al comercio establecido”, aseguró en entrevista.
Dijo además que por cada puesto, los líderes de comerciantes habrían cobrado 500 pesos a personas necesitadas, no obstante, el ayuntamiento no expidió ningún permiso ni cobra un centavo, agregando que los únicos que hacen negocio son los líderes del comercio ambulantes.
Y es que se ha comentado que en años anteriores la iglesia había autorizado dicha venta, a lo que la edil puntualizó que se trata de comercio en la vía pública y que está prohibido de facto, “Ee vía pública y son edificios históricos”.
Respecto a los ambulantes que hoy intentaron instalarse en Abasolo, insistió en que no será autorizada.
“Todos tienen derecho a tener una actividad honrada de la cual vivir, pero si se violenta la Ley y el acuerdo de Cabildo, entonces ya están actuando fuera de la Ley, de la legalidad, se están cometiendo delitos”.
Finalizó diciendo que piden a los dirigentes que entiendan que las cosas no pueden seguir marchando como hasta ahora había sido, en el desorden y en crear dificultades a la ciudadanía, en la movilidad y en el comercio establecido.