El pasado 20 de octubre de 2018 ha quedado grabado en la historia y en los corazones de los veracruzanos que amamos la vida, como un día memorable, un verdadero monumento a la Cultura de la Vida. 31 grandes concentraciones en el Estado, más de 110 mil personas tan sólo de Veracruz, caminando por la misma causa, enviando un mismo mensaje: la DEFENSA DE LA VIDA desde la concepción hasta la muerte natural.
La MEGAMARCHA organizada y promovida por los grupos, asociaciones y movimientos laicales de las 8 diócesis de la provincia de Xalapa, a la que se unieron también hermanos de otras confesiones cristianas así como diferentes organizaciones y coaliciones que defienden la vida, la educación y las instituciones familiares, fue muy exitosa. Damos gracias a Dios. Agradecemos además a las autoridades del orden, de vialidad y de salud que ofrecieron sus servicios de apoyo.
Las expectativas de participación fueron rebasadas por una presencia multitudinaria de jóvenes, niños, adultos y familias enteras. Por algunas horas, las rutas de las 31 MEGAMARCHAS de Veracruz fueron abarrotadas por personas con pancartas y mensajes a favor de la vida así como con globos multicolores.
La manifestación movilizó personas de todo el Estado de Veracruz. Todos llegaron por sus propios medios al lugar donde se les convocó a pesar de la lluvia y el mal tiempo. Nada enfrió las voluntades de quien está dispuesto a defender lo más precioso y lo más importante que tenemos, la vida humana. Ahí están las cifras de asistentes: Veracruz puerto 15 mil, Coatzacoalcos 10 mil, Xalapa 7 mil, Teocelo 6 mil, Córdoba y Orizaba 5 mil cada una, Perote 3 mil así como Altotonga. Muchas ciudades como Panuco, Tantoyuca, Jáltipan, San Andrés Tuxtla y Papantla reunieron alrededor de 2 mil cada una.
Con el lema respeta, defiende, ama, y sirve a la vida, a toda vida humana, miles de ciudadanos en diferentes partes del estado de Veracruz formaron como una gran Ola. Todas las megamarchas fueron pacíficas, ciudadanas y festivas. Un gran festival por la vida. La vida es el primero de los derechos humanos que se debe seguir protegiendo en el Estado de Veracruz.
La Marcha por la Vida buscó despertar las conciencias para que en esta entidad se respete la persona desde su Concepción hasta la muerte natural. Decir sí a la Vida, quiere decir sí a mejores oportunidades para las personas en sus diferentes etapas de vida; desde los niños hasta los adultos mayores.
Como se había anunciado, no sólo se habló de la vida prenatal y de la dignidad que tienen los no nacidos sino también, se envió un mensaje sobre otras realidades que nos preocupan. Todo aquello que atenta contra la vida de las personas es expresión de la cultura de la muerte que todas estas multitudes abiertamente han rechazado.
En el mensaje enviado por los laicos de Veracruz apareció la preocupación por los miles de desaparecidos en nuestro país, el dolor de las madres que buscan desesperadamente a sus hijos y que no saben dónde están, la ola inmensa de migrantes que son maltratados durante su trayecto por nuestro territorio o que son obligados a salir de su tierra por motivos de odio o por causa de la violencia.
Como parte del mensaje pro vida, apareció además la preocupación por los ríos y pueblos que se ven amenazados por la ambición de empresarios y gobernantes corruptos, así como el malestar generalizado por las mujeres asesinadas, las pocas oportunidades que existen para los jóvenes y el asesinato de los defensores de los derechos humanos. Los laicos manifestaron sus deseos de vivir en paz y en armonía unos con otros.
La defensa de la vida no termina con esta manifestación, continua ahora una labor de observatorio estatal y nacional, el movimiento por la vida buscará incidir para que se promuevan políticas públicas a favor de la vida y de la familia. Sería loable que el mes de octubre sea propuesto para llevar a cabo una caravana estatal por la vida.