Cada que oye una sirena pasar cerca, Luz María Landeros Becerra, "Doña Luchita", se altera y piensa que de nuevo llegará la policía a desalojarla de su casa, ubicada en la calle Carlos Miguel Palacios, a un costado del estadio de beisbol conocido como el “Deportivo Colón”.
Tiene 87 años y desde que uno de sus hijos y su nieta, Beatriz Gea González promovieron un juicio para quedarse con la casa que ella y su mamá construyeron, no tiene tranquilidad. Desde el pasado lunes 10 de abril que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública cumplían una orden de desalojo en su contra, vive más alterada y teme por su vida, ya que padece varias enfermedades.
“Ya está muy cansadita, hasta teme por su vida, por su seguridad. Oye cualquier movimiento y se altera, oye una sirena y dice ya vienen por mí, no es justo. Ella lo que quiere es tranquilidad” contó su hija, Lourdes González, quien está a cargo de su cuidado.
“Lo que queremos es que ella esté tranquila. Es eso. A nosotros nos preocupa su tranquilidad. Mi mamá tiene 87 años, lo que nos preocupa es ella, que esté más tranquila y que siga aquí en su casa, lo que ella quiere es su casa. Tiene hipertensión, sonda vesical, tiene glaucoma y ahorita se le complicó todo su metabolismo”.
Cuenta que Doña Luchita y su mamá construyeron con esfuerzo la casa de dos plantas en la que han vivido Lourdes, tres hermanos más y sus sobrinos, nietos de Luz María: “Ellas levantaron todo esto. Mi mamá dejó de trabajar y con su dinero que le dieron por la liquidación de su empresa donde trabajaba, construyó estas piezas completas y el piso de arriba. Soy yo y tres más: la mamá de Bety, mi otra hermana y mi hermano David”.
Desde hace 25 años murió la mamá de doña Luchita, la propiedad habría quedado intestada, pero uno de sus hijos y Beatriz (Bety) Gea González iniciaron un juicio desde hace tres años para quedarse con la propiedad.
“Desde que se murió mi abuela, pero a mi mamá nunca la tomaron en cuenta, ellos hicieron su papeleo, todas sus cosas, hasta hace tres años que a nosotros nos notificaron. Nos dijeron que se iba a establecer un juicio, porque nos citaron a conciliación. No acordamos nada porque ella no quería”.
Lourdes González cuenta que los abogados de ambas partes no han dejado en claro de quién es la propiedad y negaron que Beatriz Gea haya desistido del caso. “Nos dijo el abogado que con calma todo y pues, a buscar también una casa y pues todo lo que se conviene ahorita. Los abogados nos han dicho cosas que yo no entiendo, la verdad”.
¿Ya desistió su nieta del caso? “No. Que nosotros sepamos, no”.
Desde hace una semana que se dio a conocer el intento de desalojo, los vecinos se unieron en defensa de Doña Luchita, este sábado marcharon a la plaza Lerdo para exigir a las autoridades justicia en favor de la ancianita de cerca de 90 años.
Lourdes y su hijo lo que más desean en este momento es que Luchita recupere la calma y viva así sus últimos días.
“Que se quede ella con su casa y que esté tranquila. Que ya la dejen estar tranquila y en paz, porque ella oye un ruido, oye el timbre, cualquier cosita… oye un coche pesado y dice: ya viene el camión, ahí viene la policía. No está tranquila”.