Los integrantes del Sistema Estatal Anticorrupción ya deberían estar a la cabeza de una protesta ante la condena mediocre dictada al ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, por lavado de dinero y delincuencia organizada.
Al manifestar lo anterior, Leopoldo Alafita Méndez, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana, añadió que lo único que se tiene del Sistema Estatal Anticorrupción es funcionarios “muy bien nombrados, muy bien cobrados, y, calladitos”.
Dijo que la condena al ex mandatario veracruzano refleja la falta de justicia en todos los planos y en todos los niveles, y la sociedad en su conjunto, está sin ninguna defensa.
Añadió que cualquier” hijo de vecino” está sin ninguna protección, porque los gobiernos federal, estatales y municipales no están ejerciendo verdaderamente y con cuidado la impartición de justicia.
Aseveró que es una situación sumamente grave la que se atraviesa, y en el caso de la condena a Javier Duarte de Ochoa, lo que se tiene es una sanción mediocre para un delito tan grave, y sobre todo, porque puede eludir la justicia.
“En Veracruz me parece que es exactamente lo mismo. Los únicos que cayeron fueron tres o cuatro (ex funcionarios duartistas), pero todos los que participaron en ese atropello y saqueo, fueron decenas y ahí andan libres, en la calle y sin ninguna sanción; me parece que no hay a la vista un gobierno que pueda fajarse la ley para poder hacerla cumplir, estamos en un casi nulo ejercicio de la ley”.
Aseveró que ni siquiera es omisión de la ley, sino protección de la delincuencia de parte de los Gobiernos.