Todos los días, decenas de personas que acuden provenientes de diferentes municipios y estados a recibir tratamiento oncológico o que acompañan a sus familiares al Centro Estatal de Cancerología "Dr. Miguel Dorantes Mesa", en Xalapa, buscan un lugar donde dormir, comer, bañarse o lavar su ropa.
Enfrente y alrededor de este hospital ubicado en la colonia Progreso Macuiltépetl hay dos albergues: el de la asociación Ayúdame Hermano, Tengo Cáncer (Ahteca) y "El Altísimo", de una iglesia, pero no son suficientes para el número de personas que buscan saciar sus necesidades durante su estancia con motivo del tratamiento contra el cáncer.
Estas necesidades motivaron a Jesús René Gaona Ramírez "Chuy" a habilitar un albergue cerca de este hospital. Junto con unos familiares rentó una casa que hoy es el nuevo albergue "Zabulón".
"Este albergue surge porque hay gran demanda. Los albergues cercanos que son Atheca, que es el que no cobra y da los alimentos no tiene tanta capacidad para atender a tantos pacientes. Hay otro albergue, que es el albergue cristiano, pero ahí cobran una cuota de recuperación... nosotros decidimos abrir esto porque había veces que las personas llegaban ya de madrugada de sus lugares de origen y se quedaban a dormir en CAXA o tenían que rentar los cuartos o a veces llegaban a sus tratamientos y se quedaban a dormir al hospital o a veces regresaban a sus lugares de origen".
Rentaron una casa que comparten con los demás
Desde hace cuatro años, Chuy acompaña a su mamá al Cecan en su tratamiento de cáncer cérvicouterino, pero fue el año pasado cuando emprendió esta iniciativa.
"Decidimos crear este albergue. Decidimos quedarnos nosotros que estamos fijos aquí".
Así, pintaron de azul la casa de tres plantas y acomodaron colchones y algunos muebles. En la azotea está el área para que las personas laven su ropa, y en las tres plantas acondicionaron espacios para que la gente duerma.
Albergan hasta 40 personas
Con el tiempo han llegado más y más personas. Lo más difícil cada mes es pagar la renta de cinco mil pesos.
"Esta casa la rentamos. Primero realizamos una colecta y así resolvimos el pago de la renta".
En la entrada, en el primer piso una joven mujer descansa de las quimioterapias que ha recibido. Subiendo las escaleras, se oye la bulla de unos niños. Son los nietos de Nicolosa Carcaño, quien viene a Xalapa proveniente de Hueyapan de Ocampo acompañada de su familia a continuar su tratamiento para combatir el cáncer de mama.
"A veces demoro una semana, dos semanas, según como me pongan mi tratamiento. Por primera vez vine como en febrero, de ahí para acá...".
Sobre hojas pegadas en las puertas se establecen los roles para hacer el aseo. Los ocupantes de este albergue se organizan incluso para cooperar diariamente y comprar alimentos y cocinar.
Alimentos y pago de renta, la principal necesidad
Los alimentos son una de las principales necesidades del nuevo albergue Zabulón: "Necesitamos cosas para comer. Nos cooperamos entre todos para hacer comida. Aunque no alcancé, pues ya ni modo...". Si bien, sus hermanos le apoyan con los 370 pesos para su pasaje, los gastos diarios son imparables.
Chuy cuenta que ha llevado oficios al palacio de Gobierno, a la oficina de enlace del Gobernador y del secretario de Gobierno para gestionar apoyos como literas, algún subsidio o en efectivo, pero hasta ahora, luego de tres meses no ha logrado respuestas. "Le solicitamos al gobierno diciéndole que somos un albergue que no está constituido, que somos puros familiares, cobijas y el apoyo para eun año de renta".
A la puerta marcada con el número de la calle Pestalozzi número 44 de la colonia Progreso siguen llegando personas como Teófila y Natividad Martínez. Buscan donde dormir y lavar su ropa. Desde hace una semana llegaron de Santiago Sochiapa al Cecan a cuidar a un familiar.
"Prácticamente me quedo en el hospital, no tengo dónde. Cómo estoy cuidando a un enfermo. En el hospital nos asignan un asiento, ahí es donde estamos. Solo duermo yo" dijo la señora Teófila. Solo de pasajes gastan 700 pesos.
"Estamos pidiendo para bañarnos. Estamos juntando para lo que es comida y pasaje...es algo hermoso lo que hacen de ayudar a los albergues para que nos ayuden...en el de El Altísimo no tienen para lavar ropa, no hay agua...el Atheca está lleno", contó.
Chuy, quien trabaja en la Ciudad de México y cada fin de semana llega a coordinar este nuevo albergue llama a la publicación para que sigan apoyando hasta 40 personas, acudiendo con donaciones en especie o económicas. "es muy difícil saber que cada semana, cada mes debes tener un recurso para pagar la renta. A las personas no se les cobra ninguna cuota, solo les decimos que dejen una cooperación voluntaria. Necesitamos que nos dejen un apoyo voluntario, pero sabemos que las personas que vienen a su tratamiento desgastadas económica y moralmente. Buscamos como reanimarlos. Pedimos que se solidaricen y dejen más donaciones, ocupamos aguas embotelladas...".