El auditor general del Órgano de Fiscalización Superior, Lorenzo Antonio Portilla Vásquez, reconoció que, debido a la naturaleza de la función del ente fiscalizador, es objeto de ataques y denostaciones, porque en torno a los resultados que emite, se dan todo tipo de intereses y diversas corrientes de opinión que se ven afectadas o que nunca quedan conformes con los resultados que se presentan ya sea en las observaciones que se notifican o en los Informes Finales.
Durante su mensaje de inicio de semana, afirmó que el trabajo del ORFIS se hace de una manera profesional, íntegra, dentro del marco legal y de acuerdo a los lineamientos que establece la normatividad y con el soporte documental que respalda la opinión emitida, nunca bajo supuestos, filiaciones o estados de ánimo.
“Entendemos que cualquier opinión que el ORFIS emita sobre la actuación de un servidor público o ex servidor público puede ser aplaudida por algunos y cuestionada por otros”.
Sostuvo que la función principal del ORFIS es la Fiscalización Superior, labor que se realiza atendiendo las normas de calidad y son ejecutadas por servidores públicos preparados y actualizados.
Y el ente fiscalizador, al igual que todos los entes públicos, es auditado al menos cuatro veces al año por diferentes instancias, contraloría interna, auditorías de certificación de la norma ISO-9001:2015, despacho externo que realiza la revisión y dictaminación de la aplicación de recursos y, de manera indirecta, con la revisión que la Comisión Permanente de Vigilancia realiza al Informe del Resultado.
El auditor general agregó que los Informes del Resultado son revisados todos los años, por la Comisión Permanente de Vigilancia, conformada por 15 diputados de todas las fuerzas políticas que integran el Congreso, y cabe mencionar que los últimos Informes presentados ante dicha Comisión, después de revisarlos, analizarlos, cuestionarlos y solicitar aclaraciones, han sido aprobados por unanimidad.
Las inconsistencias determinadas en el proceso de Fiscalización son notificadas a los servidores públicos en apego a las disposiciones legales, con la motivación y fundamentación requerida, otorgándoles el plazo establecido en Ley para presentar sus aclaraciones y/o evidencia competente y suficiente, con el fin de aclarar lo observado.
“Es importante resaltar que en la Fiscalización Superior no se puede ni se debe emitir opiniones si no se cuentan con el soporte y la evidencia que corrobore una aseveración, existen tiempos legales durante los cuales se debe guardar estricta reserva y confidencialidad de las actuaciones realizadas, por ello, las declaraciones sobre los aspectos detectados en el proceso de fiscalización son hasta que el mismo concluya”.
Portilla Vásquez, añadió que el ORFIS está integrado por servidores públicos con experiencia probada en auditoría, con certificaciones en fiscalización o posgrados en los diferentes ámbitos de su especialidad.
Y al ser el Órgano revisor es también quien pone el ejemplo, por ello los recursos públicos que le son asignados se ejercen con estricto apego a las disposiciones, pudiendo verificarlo en los informes mensuales de actividades y del informe anual publicados en el portal de transparencia.
“La labor de fiscalización Superior no sólo está enfocada a detectar y señalar actuaciones fuera del marco legal, nos hemos ocupado de mejorar los niveles de profesionalización y de esta manera atender las causas que originan las observaciones, muchas veces es el desconocimiento, esto ocurre con mayor frecuencia en los Municipios, por ello se imparten de manera permanente Jornadas de Capacitación en diversos temas de importancia para la administración pública, logrando elevar las habilidades y competencias profesionales de todos los servidores públicos; otro objetivo es promover la integridad y los valores fomentando la creación y aplicación de los Códigos de Ética”, concluyó.