Más que un “rescate al campo”, el sector campesino en México requiere planes a largo plazo que permitan la interacción de los productores de las diferentes regiones para evitar que sigan improvisándose “modas sexenales”, dijo el dirigente nacional de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía (UNIMOSS) A.C., Javier Eduardo López Macías.
“El campo requiere cambios profundos en la política pública federal, porque viene un cambio de gobierno y nosotros insistimos en nuestras propuestas. Insistimos en que el gobierno tiene que abrir los espacios de diálogo, de participación y de construcción de una política pública de largo plazo. Lo que nos ha sucedido como país es que no tenemos planes de largo plazo, entonces tenemos modas sexenales, tenemos improvisaciones sexenales que no llegan a planes. Llegan con soluciones, cada uno diferentes, que pueden ser o no buenas, pero que simple y sencillamente no abonan a construir cambios que se llevan o se procesan en más tiempo de seis años”.
Lamentó que el 80 por ciento de los bosques en México estén en manos indígenas y no hay una sola política de agricultura de montaña en nuestro país a lo largo de su historia, por lo que insistió en que los nuevos gobernantes cuenten con Políticas de desarrollo indígena agrícola.
“Hemos tenido acercamientos con los nuevos actores que todavía no toman protesta, pero que sabemos que van a estar ahí, hemos escuchado con atención lo que ellos dicen que quieren hacer, sus discurso. Nos alarma que ya tengan la solución de todo, porque entonces los foros que se van a hacer, pareciera que nada más es para justificar lo que quieren hacer. Creemos que es una oportunidad de construir una arquitectura completamente nueva para el campo y eso no se puede hacer de manera unilateral, tiene que ser realmente con la interlocución con los actores reales, en el proceso de desarrollo del campo”.