El pasado 25 de mayo de 2018, en la localidad de Actopan, Veracruz, se llevó a cabo la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LAVIDA). Este organismo integra a miles de ciudadanos organizados que, desde hace varios meses, están tratando de detener la amenaza con olor a muerte de la explotación minera a cielo abierto por parte de empresas nacionales y extranjeras.
El encuentro al que nos referimos, se desarrolló en primer lugar al interior del templo parroquial de Actopan, que por cierto está dedicado a San Francisco de Asís, el patrono de la Ecología y cuyo cantico inspiró el título de la encíclica LAUDATO SI, del Papa Francisco sobre el cuidado de la creación. En el evento, hubo conferencias donde se habló de la riqueza del ecosistema de la región y la necesidad de su cuidado y preservación; también se expusieron las causas de la inviabilidad de proyectos mineros en la región, así como los riesgos de permitir el proyecto de la explotación de la mina a cielo abierto, los daños al ecosistema y el impacto ambiental, la repercusión en los ríos cercanos, así como los riesgos de estar cerca de la terminal nucleoeléctrica de Laguna Verde, entre muchos otros aspectos igualmente importantes de considerar.
El segundo momento de la Asamblea se desarrolló en el parque frente al Palacio Municipal, ahí, algunos pobladores de las localidades vecinas, compartieron sus experiencias sobre el proyecto de explotación de las minas a cielo abierto que se están dando en los municipios de Alto Lucero y Actopan, expresando las razones por las cuales se verían afectados en sus familias y en sus trabajos.
La explotación minera a cielo abierto contamina el agua, el aire, el suelo, los ríos, los pozos y los cultivos. No puede haber desarrollo sustentable cuando toneladas de cianuro envenenan millones de litros de agua al día; cuando se deforestan cientos de hectáreas de árboles y plantas.
Lamentablemente en el Estado de Veracruz, se han dado muchas concesiones mineras. La codicia del Capitalismo, la ambición desmedida y la corrupción impiden ver las riquezas y las bellezas naturales de esa zona, poniendo en riesgo la vida y el futuro de sus habitantes.
Al permitir las exploraciones y explotaciones a la empresa canadiense Candelaria Minning Corp para la construcción de las minas “Caballo Blanco”, “La Paila” y “El Cobre” en los municipios de Alto Lucero y Actopan, desde el año 2012, se puso en riesgo el abasto y el derecho humano al agua, porque con el fin de extraer oro u otros minerales, se removerán toneladas de materiales rocosos a base de explosivos para ser tratados posteriormente con cianuro, en lagunas de lixiviación.
Según información dada a conocer por LAVIDA estos proyectos mineros han sido examinados por más de 60 expertos investigadores de la UV, INECOL, CIESAS, INAH y UNAM, así como por diversos grupos de la sociedad civil.
La conclusión es que la megaminería tóxica en esta región es inviable. Las razones las dieron a conocer en la Asamblea de Actopan y en una declaración que se publicó en diferentes medios de cobertura Nacional el pasado 5 de junio de 2018. Con el respaldo de la ciudadanía, instituciones académicas, religiosas, de Investigación, organizaciones de la sociedad civil, así como las autoridades de algunos Ayuntamientos, SE PRONUNCIARON POR LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS A UN MEDIO AMBIENTE SANO, AL AGUA y AL TRABAJO y exhortaron a los gobiernos federal, estatal, a los ayuntamientos, al congreso local y al congreso de la Unión que se declare “VERACRUZ, LIBRE DE MEGAMINERÍA METÁLICA Y TÓXICA”.
La Arquidiócesis de Xalapa manifiesta también su adhesión y solidaridad con todos estos ciudadanos, que en forma organizada y pacífica están defendiendo sus tierras, el medio ambiente y su futuro. Veracruz ama la vida y debe proteger a sus habitantes y su patrimonio, necesitamos cambiar de ruta para cuidar nuestra casa común.
La organización y agrupación de todas estas personas que han levantado su voz para defender su tierra y su futuro, denunciando el peligro que los acecha, trata de recordarnos que “sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenado y el último pez atrapado, el ser humano se va a dar cuenta que no puede comer dinero”.
Invitamos a todas nuestras autoridades a hacer un frente común para defender juntos nuestra casa común; debemos cuidar la naturaleza; tenemos que defender también al ser humano y a las instituciones familiares.
Pbro. José Manuel Suazo Reyes
Director
Oficina de Comunicación Social
Arquidiócesis de Xalapa