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Familias definirán al próximo gobernador: Más vida, Más familia
Se analizará a pulcritud a cada candidato, indica la organización

Comunicado
Xalapa, Veracruz / 2018-03-05 - 08:27

El día de ayer 4 de marzo lo celebramos como el “día nacional de la Familia”, aunque en Veracruz no haya mucho qué celebrar. La violencia alimentaria y la violencia a la seguridad física, entre otros, han puesto de rodillas a las familias veracruzanas.

De acuerdo a datos del CONEVAL, nada más en el periodo de gobierno 2016-2017 se incrementó en un 7.4% el número de personas de la población ocupada en el Estado de Veracruz que no alcanzan a comprar la canasta básica para alimentar a su familia. Entre septiembre de 2016 y septiembre de 2017, el costo de ésta se elevó al 10.9 % en zonas urbanas y rurales.

De acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública durante el año 2017 se cuenta un rosario largo de delitos: 2,306 por homicidios, 5,389 por lesiones, 79 por feminicidios, 172 por secuestros, 448 contra la libertad personal, 948 por robo de vehículos, 2,008 por robo a casa habitación, 4,170 por robo a negocios, 17 por corrupción de menores, 9 por trata de personas, 5,066 por narcomenudeo y amenazas, y 5,875 contra la familia; entre muchos más.

El mismo reporte de lo que va en los 2 primeros meses de este año no es nada alentador, pues se mantiene el promedio de incidencia delictiva del fuero común promedio a la presentada en el año 2017. Tan solo en el mes de enero pasado el saldo fue de más de 4 muertos por día. Familias enteras fueron abatidas por la violencia y otras más emigraron después de haber sufrido un secuestro. Es decir, que “la estrategia en materia de seguridad ha sido un fracaso. Un gobierno soberbio, obcecado y desorientado que le apostó a un Plan Veracruzano de Desarrollo con políticas públicas anti familia".

Las amenazas vertidas desde el tomo 7 del Plan Veracruzano de modificar el 4º constitucional contra la Vida Humana, de arrebatarle a los padres el derecho a escoger la educación sexual de sus hijos, de la apología de la ideología de género a través de sus programas y acciones, de modificar el Código Civil para desvincular al Matrimonio de la Familia; hasta la carta matrimonial decretada y abrogada por el gobernador en febrero de 2017, son la evidencia pura de que el Estado ha tenido una consigna clara de desquebrajar a la Familia Veracruzana.

Para muestra, los municipios de Aguadulce, San Rafael y Boca del Río que representan a partidos políticos diferentes y que con recursos públicos promueven direcciones especiales para hacer de sus ciudades “ciudades gay friendly” mientras sufren del rezago en la seguridad, alimentación, empleo, salud, deporte, educación y valores. Muy “modernos” como promotores del lobby gay, pero muy mediocres en el sentido humano de la calidad de vida de las familias veracruzanas.

En una desesperada carrera por el poder se han olvidado que el origen y fin del Estado es la Familia. Que es la célula de la sociedad y la base de la vida ciudadana. El mejor lugar para nacer, crecer y formarse; y que pese a todos los ataques que ha recibido, es la institución intermedia entre el individuo y la sociedad; lo que nada podrá sustituirla nunca jamás. No es cierta la afirmación de este gobierno estatal cuando señala que la Familia tuvo su origen en 1861 con la obra de Bachofen.

La doctrina del relativismo que este gobierno acuña donde el Bien y la Verdad dependen de las ocurrencias del momento; de la filosofía marxista, donde el matrimonio es una lucha moderna de clases de sexos y de violencia institucional; donde la naturaleza y la ciencia no existen, les ha despertado la “brillantez” de diseñar políticas públicas contrarias a la Familia Natural.

¡La familia, es la esperanza de Veracruz!

En ella encontramos el sustrato indispensable del afecto y la estabilidad emocional para darle sentido a la Vida. Nuestras generaciones dan constancia de ello. Está íntimamente ligada a la felicidad humana, porque es el nido más privilegiado para hacer crecer todas las potencialidades que el ser humano lleva inscritas en él. Si nuestras familias andan bien, la sociedad anda bien y a todos nos va bien.

En este mar de confusiones, son nuestras familias la única referencia de la sociedad que tiene credibilidad. Cuando las instituciones y los partidos políticos han perdido la confianza de la sociedad, surgen a reclamar sus derechos ciudadanos para enderezar el rumbo. Son las que mejor responden a los problemas tan angustiosos que tenemos hoy en Veracruz, la mejor garantía del orden social y la prevención inexorable contra la delincuencia y el caos.

Es la madre de la “polis” y es el centro de su razón de ser. ¡No puede ser el “medio”! como pretende este Estado perverso.

A pesar de sufrir los ataques de políticos improvisados, gobernantes desbocados y partidos políticos ocurrentes, en Veracruz la Familia es una entidad con futuro que hoy se organiza a partir de sus derechos ciudadanos.

Constituida por ciudadanos que germinan nuevos ciudadanos para la sobrevivencia de la ciudad. ¿A quién se le ocurre interpretar lo contrario? Es una cuestión natural, científica y hasta de sentido común.

Los estudios rigurosos de la historia muestran que el ocaso de las civilizaciones se impuso cuando trastocaron a la Familia Natural.

Ha pasado desapercibido para partidos políticos que desconocen la historia de la “obra maestra” que hizo posible el auge de nuestra civilización occidental fue la “familia doméstica”. Sí, la nuestra, la que mantiene fuertes lazos de integración y que ellos han venido deteriorando con las deletéreas tendencias de la ideología de género.

La desintegración de otras civilizaciones fueron paralelas con el declive y la desintegración de la vida familiar. Cuánta razón tenía Platón al afirmar con vehemencia que la desvirtuación de la familia o la falta de cohesión entre ellas suponía el comienzo de la disolución de la República y, por ende, de la sociedad.

La relajación de los nexos familiares y las peligrosas tendencias de violencia juvenil, depresión, aborto, desvinculación del matrimonio, perversiones sexuales en infantes y la ideología de género, traen consigo de modo inexorable la decadencia y la ruina de una civilización. Sin lugar a dudas la mayor debilidad de los políticos de este siglo, ha sido la ignorancia.

Por esta razón, +Vida+Familia, como lo hiciera en la pasada elección a la gubernatura de Veracruz 2016-2018, -en ese entonces como Sí Vida-, analizará a pulcritud a cada candidato actual -o al que releven- a la gubernatura del Estado, para esta elección de 2018. Lo mismo será para todos los candidatos a diputados. Y votará en consecuencia. No por color, partido o consigna política alguna, sino por la responsabilidad que tenemos con nuestras familias. ¡Votaremos por las personas!

Ya existe como antecedente el recurso de inconformidad bajo el expediente RIN 115/2016 – impugnación que el PRI presentara ante el OPLEV (con fecha 16 de junio de 2016, a las 10:42 pm) para invalidar la elección a la gubernatura que perdió, bajo los argumentos que el movimiento de Sí Vida –Ley de Vida- les había hecho perder esa elección.

Aunque no fue así como afirmaron, sí es cierto que los ciudadanos veracruzanos que fuimos agraviados por las posiciones políticas del entonces candidato a gobernador por el PRI contra la Iniciativa Popular que presentamos a favor de la Vida Humana, actuamos en consecuencia y les dimos el voto de castigo; no menos de 150 mil veracruzanos en ese entonces.

Hoy con una estructura mejor y mayor articulada en toda la entidad, con más de 300 mil electores con credenciales de elector vigente, tenemos bajo la lupa a los presidentes municipales que promueven políticas públicas contra la Familia Natural, a los diputados locales en el Congreso de Veracruz que tienen en sus manos la reciente Iniciativa Popular por los Ciudadanos que presentamos, y a quienes serán los candidatos a los puestos de elección popular, para darles los votos merecidos a sus partidos de acuerdo a sus comportamientos y compromisos en materia de Familia, Educación, Matrimonio y Derechos Ciudadanos.

Nuestras familias son quienes mejor comunican a sus hijos la opción electoral para direccionar al Estado. No por dádivas o promesas, sino por compromisos claros y amor por las familias veracruzanas.

Bienvenidos a este proceso electoral 2018 donde las familias veracruzanas nos convocaremos masivamente, participaremos con una campaña de debate y saldremos a dar el voto decisivo en las urnas electorales.


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