El fiscal de la región de Los Tuxtlas, Rubén Perdomo Lagunes, falleció de un infarto, agobiado por temor a contagiarse de COVID-19, luego que desde la Fiscalía General del Estado (FGE), lo obligaran a presentarse a trabajar.
A la Fiscalía no le importó que el licenciado Perdomo, era un adulto mayor y lo forzó a sacar el rezago de expedientes con la amenaza de despedirlo.
De acuerdo a conocidos del hoy occiso, el licenciado también era hipertenso y diabético, no obstante, la Fiscalía, encabezada por la encargada de despacho, Verónica Hernández Giadáns, no lo autorizó para realizar el aislamiento siendo parte del sector vulnerable ante la pandemia.