Luego que en Honduras se diera a conocer públicamente que en Coatzacoalcos mantienen secuestrada a una familia de cinco integrantes de esa nacionalidad y que exigen 15 mil dólares por su liberación, el representante de la Pastoral de la Movilidad Humana de la diócesis de Coatzacoalcos, padre Joel Ireta Munguía, dijo desconocer sobre este caso.
“La verdad no tengo cocimiento de eso, no tengo conocimiento de eso” aseguró.
Sin embargo, reconoció que los viajeros son vulnerables a este delito y que el sur de Veracruz representa una zona de riesgos para ellos, detallando que varios han sido secuestrados en su trayecto a Coatzacoalcos.
Aunque algunos viven para contarlo, prefieren no denunciar para evitar ser deportados.
“Efectivamente, algunos migrantes cuando llegan al albergue, llegan un poco molestos, algunos vienen llorando porque han salido de un secuestro, eso no se puede negar, eso según los migrantes ellos lo narran, pero no tienen el valor o se sienten inseguros de ir a denunciar, entonces ante esto no se puede hacer nada, la justicia no puede hacer nada mientras no haya algún testimonio”, detalló.
Según lo que trascendió, la familia de migrantes que fueron privados de su libertad el 19 de julio, fue localizada por los secuestradores y se comunicaron con ellos a través de WhatsApp para exigir el rescate.
Supuestamente, los delincuentes amenazan con vender a los niños y enviaron fotografías de las víctimas amarradas y audios donde los están torturando.
Hasta el momento ninguna autoridad ha confirmado este hecho.