“¡Tenemos que bebernos un mezcal!”, gritó un entusiasmado Jaime Baksht a sus colegas ganadores del Oscar a Mejor sonido por la película Sound of metal, al lado de sus compatriotas mexicanos, Carlos Cortés y Michelle Couttolenc. Los tres amigos colocaron la bandera de México en esta categoría por primera vez, en conjunto con Philip Bladh y Nicolas Becker.
“Siento un gran honor. Estoy muy orgullosa. Claro que aún no me la acabo de creer. Es un trabajo en equipo y lo comparto con mis compañeros. ¡Esto es sorprendente!”, contestó a EL UNIVERSAL, Couttolenc muy emocionada con el Oscar en mano y codéandose con sus amigos.
“Somos tres mexicanos, pero también Venezuela, Finlandia, Francia y Estados Unidos están representados en este Oscar. Todas estas personas son maravillosas con las que colaboramos”, señaló el mexicano Baksht, feliz de hacer mancuerna con Couttolenc, mientras que un animado Cortés, que jugaba con su micrófono dijo tras bambalinas a la prensa: “Estoy muy contento que México sea parte de este equipo y que hayamos podido hacer la mezcla en nuestro país. Es un honor ganar el Oscar”.
Fue una noche en la que las mujeres estuvieron tras el volante, al ganar Mejor película Nomadland, con la historia de una mujer (Frances McDormand) que está rencontrando su sentido de vida de sitio a sitio por las carreteras de Estados Unidos; los libros de historia también se abrieron para recibir a la cineasta china Chloé Zhao, quien ganó dos estatuillas más: Dirección y Guión adaptado, siendo además la primera mujer no anglo también en brillar en la categoría.
“He estado pensando mucho sobre cómo cuando las cosas se ponen difíciles en mi vida, siempre hay manera de superarlo. Cuando yo era niña en China, mi padre y yo teníamos un juego donde nos adivinábamos segmentos de poemas y hay uno que decía: ‘la gente de la tierra es eminentemente buena’. Este Oscar es dedicado a quien, aunque le digan todo lo contrario, tienen la fe y el coraje de creer en lo bueno de sí mismos y en los demás”, dijo.
Un Oscar también fue para Emerald Fennell por Guión original por Hermosa venganza y el de Actriz fue para McDormand, quien consiguió su tercer premio de la Academia diciendo: “Sabemos que nuestra alma es nuestro trabajo. Gracias por permitirme trabajar y gracias por este Oscar”.
En lo que fue una ceremonia atípica en plena pandemia y fuera del guión original de eventos de la Academia, la edición 93 estuvo a cargo del galardonado Steven Soderbergh, quien aprovechó que los nominados y presentadores venían de cuarentena y pruebas de Covid-19, para sentarlos en una sala de la estación de trenes, Union Station.
No hubo presentador oficial, sino que la conducción fue repartida.