Las denuncias anónimas en redes sociales conllevan un importante riesgo; “los acusadores no tienen nombre ni cara”, por lo que pueden ser usadas como una plataforma de manipulación, calumnias y desinformación, y ello derivar en casos como el del cantante Armando Vega-Gil, quien se suicidó, advirtió el experto internacional en ciberseguridad, Israel Reyes.
En entrevista con La Razón, aseveró que de continuar prácticas como las denuncias anónimas en redes, el ciberbullying o el ciberacoso, “es un hecho que habrá más suicidios”.
El analista egresado de la universidad de Stanford detalló que las conductas antes mencionadas “no están tipificadas como un delito”, por lo que, pese a existir mecanismos para detectar a quien emite una amenaza, “no pasa nada porque no se puede sancionar”.
Por lo que advirtió que el mal uso de las redes sociales no sólo es un peligro para las personas y la sociedad, sino también para la seguridad nacional.
“El ciberespacio no tiene soberanía, un ataque cibernético se puede gestar desde otro país, y no tenemos mecanismos ni de cómo detectarlos ni de cómo prevenirlos”, dijo.
Por ello, recomendó fortalecer el Estado de derecho para garantizar justicia a las víctimas de una agresión “y evitar que éstas, al no ser atendidas, expongan su frustración en las redes sociales”; y por la otra, crear una legislación adecuada al siglo XXI, que incluya sanciones para quienes hagan mal uso del ciberespacio.
“Porque si no reconocemos el ciberespacio como parte del territorio de México, donde se pueda crear jurisdicción, jurisprudencia y soberanía, tenemos una gran vulnerabilidad”, apuntó.
En tanto, Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, se pronunció a favor de respetar el debido proceso ante las denuncias de acoso o violencia, como las reveladas en el movimiento #MeToo.
Tras expresar su pesar por el fallecimiento de Vega-Gil, señaló: “me duele mucho su muerte, la lamentamos como lamentamos mucho cualquier agresión que haya recibido cualquier persona”.
“Yo abogo por el debido proceso, eso es algo de lo que nunca debemos de alejarnos de cuál es el proceso de justicia para dar una correcta salida a estas situaciones”.
En el mismo sentido se pronunció el abogado Javier Coello Trejo, quien declaró en entrevista: “toda denuncia debe de ser probada”, pues lo que no se vale, dijo, es que “difamen a la gente”, “si alguien hizo acoso sexual que lo demuestren y que lo metan a la cárcel”.
El jurista consideró que los delitos de violación y contra la salud es “lo más podrido que hay”, por lo que insistió en que quien acuse sobre ese flagelo a través de las redes, debe tener pruebas.
“Si hay atentados al pudor o acoso sexual, que lo comprueben, pero tampoco a través de los medios de comunicación, Internet o Facebook”, concluyó el especialista.