Michael Adams supuestamente le cortó la garganta a Elijah Al-Amin el 4 de julio en una tienda por conveniencia en Peoria, una pequeña ciudad a las afueras de Phoenix.
Adams, que había salido de prisión por otro caso de violencia dos días antes, dijo a la policía que antes del ataque notó que el adolescente estaba escuchando rap en el estacionamiento y se sintió amenazado por la música del chico.
Adams declaró que el rap le hacía sentir inseguro, porque en el pasado ha sido atacado por personas negras, hispanas e indígenas que escuchan música rap", según los documentos introducidos en la corte.
En una emotiva rueda de prensa el jueves, el fiscal del condado de Maricopa, Bill Montgomery, describió el asesinato como un sin sentido y aseguró que la víctima no hizo nada que justificara el ataque que le quitó la vida.
"Lo que hace este crimen tan trágico es que tenemos un chico de 17 años que murió por hacer absolutamente nada. Estaba allí, simplemente haciendo una compra", indicó tratando de contener las lágrimas.
Al-Amin, que cumpliría 18 años en dos semanas, estudiaba en la preparatoria.
La abogada de Adams dijo al juez que su cliente sufría de una enfermedad mental y que, más que ser enviado a una celda, necesitaba ayuda médica.
"Esta es una persona con discapacidad que fue lanzada al mundo y dejada a su suerte", dijo Cotterell, acusando al sistema penitenciario de haberle fallado al atacante.
El asesinato generó una ola de protesta en las redes sociales con la etiqueta #JusticeforElijah (Justicia para Elijah) en Twitter.