La pesadilla que cualquier novia tiene sobre el día de su boda se hizo realidad.
Cada boda tiene su propio código de vestimenta, algunas novias exageran y piden cosas extremadamente ridículas, pero lo que todos sabemos es que nunca, nunca de los nunca, ni por error debemos ir de blanco... y mucho menos con un vestido de novia o remotamente parecido.
Pese a ello, una mujer decidió ir a la boda de su hijo con un vestido de novia. Así lo contó la usuaria Amy Penzza en su cuenta de Twitter, donde además agregó una foto donde aparecen las dos en el día de la ceremonia.
Pero antes de que todo Internet explotara de coraje, Amy se dio un momento para explicar lo que había pasado el día de su boda y las razones por las que, pese a lo ocurrido, no se enojó con la suegra.
Según relata la mujer, su suegra creció en una situación de pobreza extrema, por lo que ahora es una ‘cazadora de gangas hasta el hueso’, pero eso no la hace ‘dura, cruel o egoísta’.
De hecho, Penzza la describe como una mujer increíblemente generosa que regularmente la apoya a ella y a sus hijos.
Relata que la mujer encontró el vestido de novia con un descuento que no pudo desaprovechar y decidió ponérselo, aunque ahora se siente realmente mal de haberlo hecho.
Cuenta que desde aquél día, su suegra se ha esforzado mucho más por apoyarla en todo momento, y que ambas recuerdan la situación como una anécdota divertida que hizo la boda inolvidable. Y justo de eso tratan las bodas, de ser inolvidables. Como dato, este estudio revela que entre más cara sea una boda, menos durará el matrimonio.