En el Restaurante Casi Esquina, en Burdeos 40 en la colonia Juárez, se cocina algo muy sabroso y los vecinos lo saben. Su éxito es tal que es difícil encontrar lugar para sentarse a comer. ¿Qué es lo que ha hecho de este pequeño restaurante un éxito que bien podría ponerse al tú por tú con otros lugares que ofertan el mismo platillo? Una mezcla entre buen sabor y originalidad, además de un buen trato. Esto provoca que los fines de semana se hagan colas para poder entrar, pero la espera, a decir de los comensales, vale la pena.
Chuy, el chef, lo tiene claro. La pizza es un platillo que siempre cae bien, pero que además tiene la capacidad de mutar y de presentar saltos evolutivos. Una de estas innovaciones está en los ingredientes utilizados. Más allá de las pizzas clásicas (que también se venden), Chuy ha optado por caminos más arriesgados. Y así fue como nació la pizza de suadero, que bien podría ser una fusión entre la cultura italiana y la mexicana en un solo plato.
“Tiene aproximadamente tres años que hacemos esta pizza. Cuando la creé fue pensando en que la pizza no tiene por qué ser clásica, siempre hay oportunidad de reinventarla”.
El nombre de “cocina fusión” le viene perfecto, sin tener que ser pretencioso o impagable. Horneadas al horno, estas pizzas recuerdan a las clásicas italianas. Si estás buscando la típica pizza que es más pan que masa, este no es tu lugar: homenajeando a las raíces de la verdadera pizza, esta base es delgada, ligera y crujiente.
¿Entonces dónde queda lo mexicano, si su forma de preparación evoca a Italia? En los ingredientes. Sabedores de que los mexicanos tenemos alma carnívora, en Casi Esquina apostaron por incorporar estos productos en sus “tops”. “Todo comenzó con una pizza de pastor, que la gente recibió más que bien. Entonces metimos la pizza de arrachera, que fue un boom. A esa la bautizamos como la 'Noa Noa', en honor a la canción de Juan Gabriel. Pero cuando creamos la pizza de suadero no pensamos que fuera a jalar tanto, es una de las dos que más se venden, junto con la de arrachera”. Y como todo taco de suadero que se respete, esta pizza viene con sus salsas bien picantes, cebolla y su limón, para echarle al gusto.
Pero como no solo de pizza vive el hombre (ni la mujer, por supuesto), en su carta también se ofrecen otras opciones: “los platillos también más pedidos son las hamburguesas, paninis, ensaladas”. Chuy se toma el juego y la creatividad muy en serio (oxímoron incluido). Siempre está experimentando con sabores nuevos para sorprender a su clientela. “Cada cierto tiempo intento sacar una pizza nueva como la de huitlacoche con salsa poblana, la llamamos 'La nave del olvido'. Cuando le preguntamos por qué el nombre, contesta divertido: “aquí somos fans de Julio César Chávez, Agustín Lara y José José”.
Y aunque dicen que “si quieres odiar a tu lugar de comida favorito, pásate a ver la cocina”, aquí no le temen a nada: preparan la pizza a la vista y nada se esconde de los ojos de los comensales. Así que ya sabes: si no decidías entre romper la dieta con tacos o con pizza, esta es la opción ganadora.
¡Provecho!