Como bien sabes, la pobreza es una condición social y económica que en ocasiones no permite que las personas puedan satisfacer sus necesidades básicas, como la alimentación, acceso a vivienda, sanidad o educación.
La falta de trabajo o ingresos insuficientes provocan que muchas veces los afectados se vean obligados a cometer delitos para poder subsistir.
Recientemente se dio a conocer que en Barcelona, España, un hombre podría enfrentar una condena de cuatro años y diez meses de cárcel por robar un bocadillo en una panadería.
El motivo de una petición de prisión tan elevada es que el Ministerio Público considera que el acusado -que no tiene antecedentes- utilizó la fuerza para cometer el robo.
En su acusación, a la que tuvo acceso eldiario.es, la Fiscalía sostiene que el hombre lastimó a la dependienta con una lata de bebida rota para conseguir el bocadillo.
Por su parte, el acusado declaró tras su detención que rompió el envase con el objetivo de hacerse cortes en los brazos "para demostrar que tenía hambre y llamar la atención", cosa que efectivamente hizo, como muestran las fotografías de autolesiones en posesión del Ministerio Público.
Tanto los testigos como el acusado coinciden en que el hombre no intentó llevarse el dinero de la caja ni objetos de mayor valor del local, tan sólo el bocadillo, después de haber intentado que un cliente de la panadería le comprara algo para comer.