Familias totonacas crean su fuente de sustento, con la práctica de la alfarería, el arte de formar figuras y utensilios de barro, así lo dio a conocer Juana Hernández Ramírez, habitante de la comunidad del Chote del municipio de Papantla, quien trabaja en la alfarería desde hace 48 años, una práctica que ya ha pasado a una tercera generación.
Mencionó que el proyecto de cerámica ha sido reconocido como exitoso de manera internacional, además que actualmente diez familias trabajan en el taller de su comunidad para mantenerse de ello.
“Nosotros a través de la enseñanza de nuestras tradiciones indígenas, llevamos el sustento a nuestras casas, pero ahora en la edición 2018 del festival cultural Cumbre Tajín, queremos mostrar a todos los visitantes cómo desarrollar estas artesanos que tienen decenas de años de antigüedad”, señaló la entrevista.
Afirmó que en muchas de las ocasiones, no son valoradas las artesanías en la región donde viven o en el mismo país, sin embargo, en el extranjero son consideradas reliquias, por lo que los mayores consumidores son países como España, Canadá entre otros.