Con motivo de la cuaresma y al no tener control alguno por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor, vendedores de pescados y mariscos hacen su agosto con precios aumentados hasta en un 10 por ciento.
Los precios del pescado, camarón o jaiba alcanzan precios de los 80 pesos en sus tallas chicas y en caso de tamaños grandes se vende por arriba de los 200 pesos lo que ha levantado diversas quejas de los compradores.
Vendedores dijeron que, si bien están conscientes de que se afectan la economía de las familias por lo precios, en esta temporada de cuaresma se ha presentado en los últimos años una escases de producto que proviene de la laguna de Tamiahua o las aguas del Golfo de México.
Dijeron que a ellos también se les aplica un precio más alto en esta temporada y que enfrentar dificultades para conseguir producto sobre todo de Tamiahua de ahí la medida de aplicar aumento en los precios por kilogramo de cada producto.
El alza alcanza especies como el sargo o la mojarra que se vende hasta en 100 pesos el kilogramo en sus tallas chiscas, por lo que el pescado y marisco no es un platillo que sea básico para las familias.