Con motivo de la beatificación de Rafael Guízar y Valencia en el mes de enero de 1995, surge en Nahúm Salazar la idea de llevar un regalo a la tumba del Quinto Obispo de Veracruz.
Innmediatamente se reúnen los artesanos Pedro González, Ricardo Peralta, Jesús Morales Cuevas, Manuel Alcántara, entre otros, y acuerdan llevar un Arco Floral a Catedral.
Ayudaron en su elaboración don Benito Sánchez y otros teocelanos más, siendo el primer padrino el bien recordado Leoncio Chama, quien desde el primer instante en que le platicaron la idea estuvo siempre dispuesto a colaborar.
Para el mes de octubre nuevamente se organizan para llevar otro arco en la víspera del onomástico de Rafael Guízar y Valencia.
Es el 23 de octubre de 1995 cuando surge la tradición de llevar cada año un Arco como regalo al Santo Varón.
Durante muchos años, el maestro Leoncio Chama devoto de San Rafael Guízar y Valencia apadrinó y apoyo esta tradición teocelana.