Pocas veces se puede decir que la palabra mató a tantísimas personas. Pero en el siguiente caso es un hecho: la desidia, soberbia y necedad de Hugo López-Gatell incidió en un mayor número de contagios y fallecimientos ante la pandemia del covid.
El mal que ha azotado a todo el mundo no perdonó a nuestra patria y, si bien una parte de la multiplicación del contagio se debe a la terquedad de la gente que sigue saliendo y conviviendo —obviamente no por estricta necesidad—, otra parte, la más importante y la que dio ejemplo continuo a la gente, es que el coordinador de la estrategia para hacer frente al virus abiertamente desestimó la fuerza e importancia del covid.
Tarde que temprano, Hugo López-Gatell será juzgado (y si es ante tribunales internacionales mejor). Tendrá que rendir cuentas de sus recomendaciones en calidad de médico y como funcionario público.
Por ello, es importante tener presentes las “joyas” vertidas por quien se pensó que era un experto, un estratega responsable, y resultó un... gran necio....
1.- “Los cubre bocas no sirven para prevenir el contagio del coronavirus”. Poco importa que la OMS, los estudios más prestigiados y las autoridades sanitarias a nivel mundial han demostrado lo contrario. Nueve meses tarde aclaró que son una medida auxiliar complementaria, pero mismo eso la acotó diciendo que “dan una falsa percepción de seguridad”. Recientemente espetó: los tapabocas “sirven para lo que sirven y no sirven para lo que no sirven”.
2.- “El coronavirus tiene menor virulencia que la influenza”. Cuando llegó la pandemia a México, si bien se podría decir que no había la suficiente información aplicable a todos los países del orbe, ya se conocía bien lo que había sucedido en China y Europa, y de ninguna manera ello apuntaba a una infección más tenue que la influenza (ni la H1N1, ni la estacional).
3.- “El número de pruebas no es determinante para detectar casos de Covid-19... es un desperdicio de tiempo, de esfuerzo y de recursos”. Lo contrario han demostrado distintos países, donde mayor número de pruebas fueron realizadas y más rápido se acotó a la población infectada. Ello a derivado en disminuir las vías de contagio y contener la población infectada a cada nueva ola de la epidemia.
4.- “Si el presidente López Obrador fuera portador de coronavirus, no podría contagiar a más personas porque posee una fuerza moral, no es una fuerza de contagio”. Es tanta la inutilidad comprendida en esta frase, que no merece mayores comentarios.
5.- “No se necesitarán hospitales ni secciones especiales para atender a pacientes covid”. La terrible realidad demostró algo muy diferente, sin olvidar que él también con su semáforo terminó por refutar lo anterior y a sí mismo: la verdad es que “el color del semáforo es intrascendente”.
6.- “Hemos aplanado la curva”. Olvidó aclarar que se trata de un plano ascendente que no cesa su crecimiento.
7.- “La epidemia se podría agotar en un 95% para el 25 de junio”. Ahora nos percatamos que nunca aclaró a qué año se refería.
8.- “No llegaremos a 60 mil muertos y, en caso de llegar, se consideraría un escenario catastrófico”. Con casi el doble de fallecidos (113,704), ¿el escenario es ya de forma oficial doblemente catastrófico?
9.- Son “francas mentiras”, al respecto de lo que dijo The Lancet (la revista con mayor prestigio en la rama médica) de la pobre conducción de López-Gatell ante la pandemia. Desafortunadamente los números dan la razón a la publicación.
10.- Por cuestiones “legales, éticas y de sentido común” queda prohibido que las autoridades estatales puedan comprar / suministrar vacunas anti covid. Ya antes, en agosto, el doctor había criticado a los gobernadores, pero hoy olvida que la ley que cita confiere a los estados la capacidad de ayudar a la federación, sin olvidar que sería una forma más fácil de poder vacunar a toda la población.
11.- A los gobernadores que hace meses pidieron su renuncia contestó: “nuestro respeto, podemos entender sus sentimientos”. Pues más allá de entender o no cómo se sienten, lo importante era/es que trabaje de manera conjunta con ellos. Eso no ha ocurrido ni ocurrirá.
12.- Por aquello de los altos índices de mortalidad por covid en nuestro país, López-Gatell los excusó diciendo que “México tiene 3 o 4 más gente que Alemania”. La verdad es que los números le siguen fallando. La población mexicana es solo 1.5 veces más grande (los datos del INEGI al alcance de todos).
13.- Habrían de “patentar la fórmula” les dijo a un grupo de exsecretarios de Salud cuando estos le hicieron llegar una serie de respetuosas recomendaciones para hacer frente a la epidemia. No tuvo la humildad de leer o considerar algunas de las observaciones ahí vertidas.
El recuento de frases y dichos (ha habido muchos más entre febrero y diciembre de este año) prueban que se el servidor público se ha comportado como un auténtico engreído, egoísta, caprichoso, vanidoso, inconsciente, presumido, falso, enano y rencoroso, y debe ser procesado.
Todos nosotros, el país en su conjunto, a nombre de los muertos y quienes han sufrido la enfermedad, tenemos mucho que reclamarle y debemos hacerle pagar.