Según datos oficiales de la Secretaría de Salud Federal, en el país existen mil 94 caso positivos, 101 en análisis y 28 defunciones, cifras dudosas si se toma en cuenta que hay un importante desabasto de pruebas para detectar la enfermedad.
Además de que las medidas de prevención llegaron muy tarde, especialmente si se toma en cuenta que las autoridades no quisieron suspender eventos de la magnitud del Vive Latino e incluso, el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue realizando sus giras.
Cabe recordar que fue el pasado 28 de febrero cuando se registró el primer caso positivo de COVID-19 en el país. Un hombre volvió de Italia con fiebre, dolor de cabeza y tos seca, y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) confirmó el diagnóstico.
Al paso de los días, las cifras de presuntos casos fueron incrementando, pero muchos de estos, a pesar de ser positivos, no fueron contabilizados porque no se les hicieron las pruebas correspondientes.
Los más sonados han sido los de famosos y políticos.
La conductora Odalys Ramírez fue la primera en exponer su situación. Aunque sus síntomas fueron leves, tuvo problemas al respirar, por lo que al realizarse la prueba confirmó la enfermedad. La también modelo transmitió el virus a su esposo Patricio Borghetti, conductor de un programa matutino.
El contagio de Odalys obligó a sus compañeros de trabajo a aislarse de forma voluntaria durante algunos días, como fue el caso de Paola Rojas, Paul Stanley, Raquel Méndez, Cynthia Urías, Sofía Escobosa, entre otros. Nadie se hizo la prueba, se ignora si están en las cifras federales de los casos sospechosos.
La enfermedad de Borghetti también provocó que los conductores de “Venga la Alegría”, fueran separados del programa para realizarse la prueba y evitar contagio en caso de tener el virus.
La actriz Camila Sodi, también expresó mediante sus redes sociales que convivió con personas contagiadas, sin embargo, en primera instancia decidió no hacerse la prueba al no tener síntomas graves. Días después confirmó que, tanto ella como su hija Fiona, eran positivas a COVID-19 y decidieron aislarse.
La misma situación vive la conductora Jaqueline Bracamontes, quien lamentablemente dio positivo y contagió a su esposo y a dos de sus hijas.
A nivel internacional, artistas también sufrieron de COVID-19.
Destacó el caso de Tom Hanks y su esposa Rita Wilson, quienes hoy ya se encuentran dados de alta.
— Tom Hanks (@tomhanks) March 12, 2020
Plácido Domingo (tenor), Idris Elba (actor de los Avengers), Itziar Ituño (actriz de La Casa de Papel), Kristofer Hivju (actor de la serie “Game of Thrones”), también dieron positivos y todos están en recuperación.
Y pronto comenzaron a salir más famosos y personalidades de la política y el deporte.
En el primer caso, varios políticos mexicanos que estuvieron en el extranjero dieron positivo a COVID-19.
El viernes 13 de marzo se informó que Jaime Ruiz Sacristán, presidente del Consejo Administrativo de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), había dado positivo a la prueba de COVID-19.
Ese mismo día, se dio a conocer que el empresario José Kuri Harfush también estaba contagiado por coronavirus y actualmente se encuentra en estado grave en Médica Sur en la Ciudad de México.
El propietario de la agencia Audio, Tony Peña Rivero, también dio positivo a la enfermedad.
Y la tarde del 18 de marzo, se dio a conocer que Juan Domingo Beckmann Legorreta, director general de José Cuervo, fue diagnosticado con COVID-19.
Tan solo un día después, el 19 de marzo, se registró el primer fallecido. La viuda de este, incluso dio entrevistas ante medios de comunicación para explicar el caso, pero a ella, no le hicieron la prueba.
Y diariamente, las cifras continúan al alza.
Actualmente, se tiene el reporte de que hay muy pocos reactivos para detectar la enfermedad, por lo que únicamente los aplican si la persona tiene varios síntomas.
Lo más grave, es que si se detecta que alguien tiene coronavirus, no le hacen las pruebas a su entorno cercano o a quienes hayan tenido contacto directo con la persona enferma.
Y los recursos para salud, ¿dónde están?
En redes sociales, ciudadanos se preguntan el motivo por el cual las autoridades no están adquiriendo reactivos, si se cuenta con presupuesto para ello.
Y es que hay que recordar que en el país, se tenía el “Fondo de Protección Contra Gastos Catastróficos” por la suma de 75 mil millones de pesos, recurso que anteriormente, se usaba para costear enfermedades graves de alto costo a los usuarios del Seguro Popular.
Luego de la desaparición del Seguro, las autoridades informaron que utilizarían 40 mil millones de pesos para la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI).
El resto, 35 mil millones, se encuentran “desaparecidos”.
También es de destacar que en los últimos días, los médicos de clínicas del IMSS e ISSSTE de Xalapa y otros puntos del estado y del país, se han manifestado para denunciar que carecen de insumos médicos para atender los casos de COVID-19 que les pudieran llegar.
“No tenemos cubrebocas, guantes, gel antibacterial ni jabón, estamos en riesgo”, expresaron en las protestas.
Ante dichas demandas surge la pregunta, ¿por qué no se están adquiriendo insumos en los hospitales?
De la misma forma, ciudadanos se han quejado de que las autoridades federales han mal invertido el presupuesto del país, al privilegiar la entrega de becas del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” y demás programas populistas impulsados por el gobierno federal, en lugar de mejorar las condiciones del sistema de salud,
E incluso, es posible que por ello, el Presidente y todo su gabinete se nieguen a reconocer que la situación del coronavirus en México es crítica y que, si no se atiende rápido y de forma oportuna, colapsará el sistema nacional de salud pública.
Sube el COVID-19 y también, las neumonías atípicas
No sólo el COVID-19 está alarmando a la población, ahora también se tiene el reporte de que diariamente se están incrementando los casos de neumonías atípicas.
En twitter, bajo el hashtag #NeumoníaAtípica, ciudadanos denunciaron que médicos de diferentes puntos del país recibieron la instrucción de cambiar el diagnóstico de COVID-19 por neumonía atípica ante la similitud de los síntomas.
Incluso, circularon casos de personas que habían fallecido por esta última enfermedad, aunque consideraron que el padecimiento real que tenían era coronavirus.
“El motivo del por qué en cifras México tenga tan pocos casos de #COVID19 es muy simple.
1.- El gobierno no tiene capacidad y no quiere realizar más pruebas.
2.-Los centros de salud regresan a la gente.
3.-Los muertos por COVID-19 están siendo diagnosticados como #NeumoniaAtipica”, se lee en diversos tweets.
Aunque rápidamente las autoridades de salud salieron a desmentir la información, muchas personas afirman que de esta manera está maquillando las cifras de defunciones por COVID-19.
También se rumora que los casos de influenza siguen subiendo y las autoridades ya dejaron de aplicar las vacunas.
Y en Veracruz, ¿Cómo vamos?
La situación de Veracruz es muy similar a la que se vive a nivel nacional.
Autoridades de la administración de Cuitláhuac García Jiménez, se empeñan en “maquillar” las cifras de COVID-19.
Del 22 al 26 de marzo, las cifras se mantuvieron sin cambios. 7 casos positivos eran el reporte oficial.
Diputados locales, representantes de cámaras y la misma ciudadanía se mostraba incrédula.
“Vemos que el gobierno de Veracruz, tal como lo está haciendo el gobierno federal, están tratando de esconder los casos lo cual me parece sumamente irresponsable. Lo digo con conocimiento de causa, porque tengo amigos que han dado positivo, gente que conozco que ha dado positivo, gente que se nos ha manifestado en las redes que han dado positivo y simplemente la suma de contagiados en Veracruz no sube”, expresó el diputado local, Bingen Rementería Molina.
La misma noche del 26 de marzo, ante las críticas el gobierno duplicó la cifra y para el viernes 27, ya eran 21.
Boca del Río, Veracruz, Poza Rica, Xalapa, Ixtaczoquitlán y Coatzacoalcos fueron los primeros en elevar las cifras.
Al mismo tiempo, los casos sospechosos subían considerablemente y en 24 horas subieron de 70 a 172.
Pese a ello, el gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, advirtió que sólo se contaba con 3 mil 500 reactivos para detectar el COVID-19, por lo que dijo que no se aplicarían a casos sospechosos a menos que los pacientes tuvieran síntomas graves.
Además, señaló que en Veracruz, la Secretaría de Salud “modificó” la forma en cómo se catalogan los casos.
“Reservamos no gastar tanto en los sospechosos si no hay síntomas y ser sospechosos sólo porque viajaron (...) Si alguien viajó pero sin síntomas le decimos que se vaya a su casa, lo vamos a estar monitoreando pero no le prestamos toda la atención, sino al que tiene síntomas”, acotó.
Actualmente, en Veracruz se registran 27 casos positivos. La Secretaría de Salud informó que al momento se registran 373 casos sospechosos de Coronavirus, de los cuales 154 han sido negativos y 192 se encuentran en investigación en 34 municipios del Estado.
Quedarse en casa, la mejor opción.
La Organización Mundial de la Salud, publicó recientemente una guía con las medidas de protección básicas contra el coronavirus, entre las que destacan:
Lavarse las manos frecuentemente con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.
Adoptar medidas de higiene respiratoria, es decir, al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo que debe desecharse de forma inmediata.
Mantener distanciamiento social, lo que significa que si conviven con más personas estén separadas por al menos un metro de distancia, especialmente de aquellas que tosan, estornuden o tengan fiebre.
Evitar tocarse los ojos, nariz y la boca.
Estas medidas, funcionarán para evitar que el virus se propague entre la población, especialmente, porque es de conocimiento público que el sistema de salud local, estatal y nacional no se dará abasto para atender todos los casos que se puedan presentar en la población.