La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) instruyó a sus efectivos a intensificar el entrenamiento en el uso de tolete y gas lacrimógeno para la contención de multitudes, así como videograbar las agresiones que reciban de parte de turbas.
En un oficio girado por el titular de la dependencia, Luis Cresencio Sandoval, el 25 de agosto de 2019, se hace hincapié que lo anterior se debe realizar con respeto a los derechos humanos.
Las grabaciones a los instigadores de ataques a las fuerzas militares servirán para identificarlos y presentar denuncias ante las autoridades correspondientes.
En semanas recientes, ciudadanos han agredido a soldados y se han visto imágenes que van desde un militar que se defiende con las manos de pedradas, otro que se cubre la cabeza para evitar palazos y varios más retrocediendo ante la amenaza de presuntos huachicoleros que los retan a gritos: “¡Tírale, dispara, órale!”.
Esta última escena ocurrió durante el enfrentamiento entre pobladores y elementos del Ejército en la localidad de San José Carpinteros, en el municipio de Tepeaca, Puebla, el 26 de julio pasado.
Así han ocurrido al menos 11 agresiones de presuntos delincuentes contra personal del Ejército o la Guardia Nacional.
Lo anterior obligó al titular de Sedena a intensificar el entrenamiento de sus tropas en medidas para contener a multitudes.
El documento
En su oficio, el general Luis Cresencio Sandoval ordena realizar entrenamientos para uso de armas no letales y sustancias químicas irritantes, a fin de “neutralizar la resistencia y la violencia de los agresores”.
En adelante, la respuesta de militares ante agresiones será distinta, pues en el documento se ordena al personal a adoptar el cumplimento de la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza, apegándose a los principios de absoluta necesidad, legalidad, prevención y proporcionalidad.
Es decir, los efectivos están autorizados para actuar ante ataques de acuerdo con los niveles de reacción indicados en dicha ley: con armas no letales que disminuyan las funciones corporales de un individuo.
Para cumplir esta indicación se ordenó que se intensifique el adiestramiento del personal militar en el uso y manejo del tolete, la defensa personal y el control de multitudes.
Como parte de esta estrategia, el oficio señala en el quinto inciso que los militares deben grabar el incidente. “Durante las acciones que se deriven con motivo de una agresión se deberá hacer un empleo intensivo de las cámaras fotográficas Garmin (cuya tecnología permite estabilizar la grabación a pesar de movimientos bruscos) y Go pro (cámaras de acción)”. En caso de no tener, se ordena utilizar las cámaras de los teléfonos celulares.
El primer reporte de un enfrentamiento este año fue en Santa Ana Ahuehuepan, en Tula, Hidalgo, el 13 de enero. Ahí, los pobladores retuvieron a tres soldados, a los que les quitaron sus armas y golpearon, al acusarlos de haber disparado contra un civil.
Otro enfrentamiento en el que se documentó la no reacción de soldados sucedió el 24 de agosto, cuando pobladores de Los Reyes, Michoacán, acorralaron dos vehículos militares y atacaron con escobas y piedras a los soldados.
?A pesar de la difusión de un video, el gobernador Silvano Aureoles rechazó que el hecho hubiera ocurrido en su estado, aunque luego la propia Secretaria de la Defensa informó que sí sucedió en el poblado mencionado.
En un comunicado, la dependencia denunció que los vidrios y las calaveras de los dos vehículos fueron rotos por los agresores. “Por lo antes mencionado, el personal castrense se mantuvo en calma, instando a los civiles al diálogo a efecto de evitar caer en confrontaciones”, señaló el boletín publicado dos días después.
?La proporcionalidad
El oficio enviado por el general Sandoval hace énfasis en el principio de proporcionalidad señalado en la Ley Nacional sobre Uso de la Fuerza.
Este principio está regido por siete niveles de impacto, que van de la persuasión (cese de la resistencia mediante el uso de indicaciones verbales) hasta la muerte (uso de la fuerza letal con una acción excepcional permitiendo el uso de armas menos letales o de fuego con la finalidad de repeler y neutralizar la agresión).
En el más reciente incidente registrado contra personal militar, sucedido en Acajete, Puebla, la Sedena cambió el discurso. En un boletín informó que en un momento de la agresión “se escucharon detonaciones de armas de fuego, sin poder determinar su origen; en respuesta, el comandante de las tropas invitó a los agresores a que desistieran de su actitud, sin embargo, debido a que la turba continuaba con la actitud hostil, el personal militar efectuó disparos al aire”.
Se señaló por primera vez que “en los casos en que personal militar o de la Guardia Nacional sean objeto de una agresión se actuará en defensa legítima”,
El titular de Sedena confirmó la decisión con este documento en el que también hay dos incisos que remarcan la orden de respetar los derechos humanos y actuar conforme a los principios del uso de la fuerza.