Al grito de “¡asesino!” y “¡sinvergüenza!”, padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa irrumpieron en un acto de precampaña del exgobernador Ángel Aguirre Rivero, en el municipio de Ayutla de los Libres, en la región de la Costa Chica de la entidad.
El hecho registrado este mediodía desató un zafarrancho entre guaruras encabezados por Felipe Martín Ornelas Rebollo -jefe de escoltas de Aguirre- y los manifestantes, lo que provocó la suspensión del evento político donde el exmandatario fue destapado como candidato a la diputación federal por el Distrito Octavo de la coalición conformada por el PRD, Acción Nacional y Movimiento Ciudadano.
No obstante, Aguirre alcanzó a sostener un breve diálogo con los padres de los 43 y expresó: “No tengo nada de qué avergonzarme y tengo calidad moral para hacer precampaña”.
Luego, reprochó a las víctimas el hecho de que no exijan el esclarecimiento del crimen de los dos normalistas Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, registrado en diciembre de 2011 en Chilpancingo.
El exgobernador culpó al expresidente Felipe Calderón y los mandos de la Policía Federal de ese entonces, del asesinato de ambos normalistas que a la fecha también sigue impune.
Aguirre dijo que “siempre he sido el primero” en exigir el esclarecimiento del crimen y desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y ofreció coordinarse con los padres de las víctimas para “encausar sus demandas”.
Además de insistir en señalar que durante su administración como gobernador, apoyó directamente a la normal ubicada en Tixtla.
“Hay que investigar quiénes fueron los que se coludieron con la delincuencia organizada para que se diera esta lamentable desaparición”, expresó Aguirre Rivero.
En respuesta, el representante de los padres de los 43, Melitón Ortega, discrepó del discurso de Aguirre y en tono firme, cuestionó:
“Por qué no quiso colaborar con las autoridades federales en la investigación y por qué no se presentó al Congreso local para rendir su testimonio, así como su declaración ante autoridades ministeriales”, expresó Ortega.
Por su parte, la madre de uno de los normalistas desaparecidos, con rabia y molestia, le espetó a Aguirre:
“No tienen vergüenza. Donde están nuestros hijos. Usted es responsable porque usted sabía lo que estaba pasando y no hizo nada, donde está mi hijo, tiene responsabilidad y quiero a mi hijo, maldito asesino. Usted debe estar en la cárcel”.
Enseguida, Aguirre decidió retirarse escoltado y a bordo de una camioneta blindada tipo suburban y se suspendió el mitin que apenas comenzaba en el salón Ávila de Ayutla, que marcó el destape del exgobernador como candidato a diputado federal por el Distrito Octavo que abarca la región de la Costa Chica, el bastión del aguirrismo en Guerrero.
El exmandatario estuvo arropado por dirigentes del PRD como el exdiputado local, Bernardo Ortega Jiménez, hermano de los líderes del grupo delictivo Los Ardillos, así como el actual senador perredista Celestino Cesáreo Guzmán y la aspirante a senadora Silvia Romero Suárez.
También estuvo el secretario general del PRD, Alberto Catalán, quien encabeza el grupo político de Aguirre en el sol azteca y también líderes panistas y de MC, los partidos aliados del perredismo que impulsan la candidatura del exgobernador a la diputación federal.