El narcomenudeo en el país aumentó 16% en el primer semestre de 2019 si se compara con el mismo periodo del año pasado. De enero a junio las procuradurías y fiscalías de los 32 estados iniciaron un total de 33 mil 762 investigaciones por la venta de diversos tipos de drogas al menudeo, 4 mil 810 carpetas más que en los primeros seis meses del año anterior, que registró 28 mil 952.
Tan sólo si se contrasta junio de 2018, en el que se abrieron 4 mil 461 carpetas de investigación, con junio de 2019, en el que se reportaron 5 mil 792, el incremento es de 29.84% en la incidencia de este delito del fuero común, según las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Durante 2019, mayo encabeza la lista con 5 mil 938 indagatorias abiertas por el Ministerio Público: le siguen junio, con 5 mil 792; enero, con 5 mil 660; marzo, con 5 mil 631; febrero, con 5 mil 452, y abril, con 5 mil 289, de acuerdo con los datos oficiales del SESNSP.
Los estados con mayor incidencia de narcomenudeo en el primer semestre de 2019 son: Baja California, Coahuila, Guanajuato, Chihuahua, Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Michoacán, Aguascalientes y Jalisco.
Autoridades de Baja California, entidad que ocupa el primer lugar en narcomenudeo, atribuyen la ola homicida que padece Tijuana a dicho delito.
El director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas Rodríguez, confirmó que el narcomenudeo mantiene una tendencia al alza; sin embargo, consideró que para tener un registro más certero de la incidencia se debe desglosar en datos sobre consumo y puntos de distribución de drogas (narcotiendas).
“Es evidente que ha aumentado, pero no tenemos la certeza de qué estamos registrando cuando hablamos de narcomenudeo, porque la mayor parte de los casos, si no es que casi 100% de ellos, se refieren al tema del consumo, es decir, la gente que es detenida porque es un consumidor o porque tiene un gramaje superior al permitido. No hay evidencia de que esos datos sobre narcomenudeo se refieran a los centros de distribución, a los grandes consumidores, a las redes de distribución”, indicó.
Rivas Rodríguez afirmó que Tijuana, Baja California, y Ciudad Juárez, Chihuahua, se encuentran entre las ciudades más afectadas por el narcomenudeo, donde las organizaciones criminales se pelean los puntos de venta, lo que ha derivado en el aumento de homicidios dolosos.
“Está demostrado que el narcomenudeo es un delito que dispara delitos, pero con base en los registros que tenemos es muy difícil hacer un análisis objetivo y oportuno que pueda llevar a soluciones. Nosotros ya hemos pedido que se mejoren estos datos”, comentó.
Cada vez más oculto
Daniel Cunjama, criminólogo e investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), señaló que los narcomenudistas han diversificado las modalidades de venta, lo que provoca que el fenómeno se oculte cada vez más y se registre menos.
“No sólo han crecido los puntos de venta, sino que se han diversificado a diferentes modalidades. Anteriormente era fácil identificar la tiendita o la esquina donde se vendía droga, pero ahora ya no sucede así porque las nuevas tecnologías han metido una dinámica distinta”, expuso.
El académico explicó que ahora el dealer está en su casa esperando que le manden un mensaje de WhatsApp para trasladarse al lugar que acordó con su cliente para entregarle la droga, además de que también es enviada por paquetería y diversos medios de transporte.
“Esta modalidad hace que sea mucho más difícil la detección del narcomenudista y, por lo tanto, la detención o la investigación, y en consecuencia el registro de los datos”, añadió.
Para el experto en seguridad Ricardo Márquez Blas, el alza del narcomenudeo en el país significa que las redes de distribución de los cárteles de la droga continúan y no han sido desarticuladas, pese a los esfuerzos operativos de autoridades estatales y federales.
“No se han desarticulado ni las grandes organizaciones dedicadas al narcotráfico ni sus redes de distribución local ni nacional”, sostuvo el especialista.
Márquez Blas refirió que mientras no se desmantele la distribución “los drogas seguirán llegando a los consumidores individuales y no solamente continuará el problema, sino que aumentará”.
Advirtió que la disponibilidad de drogas en centros de distribución también mantendrá los enfrentamientos entre bandas rivales, algo que, aseguró, contribuirá a mantener la violencia homicida en los actuales niveles, incluso superiores.
“A su vez, esto implica que continuarán los homicidios atribuibles al crimen organizado”, afirmó.