El presidente, Andrés Manuel López Obrador, se ofendió y no respondió esta mañana cuando los periodistas lo cuestionaron sobre si habrá transparencia en el uso de la partida secreta que avaló el Senado de la República, como parte de la Ley de Austeridad.
Simplemente, se limitó a atacar, de nueva cuenta, al diario El Reforma diciendo que este medio nunca dijo nada cuando en época de, expresidente Carlos Salinas hacía uso discrecional de recursos públicos.
¿Es correcto ese nivel de discrecionalidad y que esos recursos puedan ser utilizados para lo que sea?, se le preguntó.
“No, pero no lo voy a hacer así, vamos a buscar la manera de dar esas facultades a la secretaría de Hacienda”, respondió el mandatario, sin embargo, no dio más detalles, ni aclaró si también dicha secretaría daría un uso discrecional a estos “ahorros”.
El artículo 61 de dicha ley señala: “Los ahorros generados como resultado de la aplicación de dichas medidas deberán destinarse, en los términos, de las disposiciones generales aplicables a los programas del ejecutor del gasto que los genere. Por cuanto hace al Poder Ejecutivo, dichos ahorros se destinarán a los programas previstos en el Plan Nacional de Desarrollo o al destino que por decreto determine el titular”, pero no estipula nada sobre la Secretaría de Hacienda.
“El Reforma a veces nos confunde y piensa que soy Salinas. Con todo cariño y respeto, ni modo que voy a tener una partida secreta como la que tenía Salinas, de la que Reforma nunca dijo nada. Sólo dos periodistas que recuerdo: Pablo Gómez, que hasta escribió un libro sobre la partida secreta y, en el medio periodístico, la única que hizo un reportaje y una entrevista muy importante fue Carmen Aristegui”.
Hay que recordar que esta especie de caja negra financiada con el Presupuesto de Egresos de la Federación fue creada desde 1917. Alrededor de 1 millón 400 millones de dólares fueron los que se erogaron durante las décadas de los 80 y 90 bajo esta estrategia discrecional.