A más de medio año, de la muerte de la muerte de la gobernadora Martha Érika Alonso y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) informó que el helicóptero accidentado, no presentó fallas durante el vuelo, en el pueblo de Santa María Coronango, Puebla.
En un comunicado, la dependencia reveló que, luego de una inspección, se determinó que los dos motores Pratt & Whitney PW207C marca Augusta A109S, que fueron enviados a Canadá para su análisis, sí funcionaban al momento del impacto; sin embargo, los componentes de la memoria interna con los que se podría verificar lo anterior, sufrieron daños e incapacitan la obtención de datos.
Asimismo, se revisaron los controles, como rotor principal y de cola, transmisión y caja de 90 grados, y se descartaron fallos previos a la caída de la aeronave ocurrida el 24 de diciembre del año pasado.
También se confirmó que las dos luces del master warning y master caution, que fueron recuperadas tras el accidente, estuvieron encendidas momentos antes del impacto, por lo que se desconoce el momento exacto en que se apagaron.
De acuerdo con el comunicado, se realizó una inspección con Tomografía Computarizada en Chicago, Illinois, de los cinco actuadores lineales de la nave y un escaneo de los tres hidráulicos en Cascina Costa, Italia, que permitieron descartar daños internos importantes.
“Las fracturas y deformaciones identificadas se consideran compatibles con los daños ocasionados por el impacto”, se lee en el informe.
Además, la Dirección de Aeronáutica Civil continuará la indagatoria para presentar el informe final, describió la dependencia, y añadió que las inspecciones han contado con la participación de expertos en accidentes aéreos de Europa, Estados Unidos, Italia y Canadá.