Instalada desde la madrugada de ayer en su penthouse de Polanco, donde cumple prisión domiciliaria, Elba Esther Gordillo se quejó del brazalete electrónico que le colocaron por orden de un juez para que pueda ser monitoreada y permanecer fuera de la cárcel en lo que continúan sus procesos penales.
Según versión de personas de su primer círculo, la ex lideresa de 72 años dijo que el dispositivo, que forma parte de las medidas preventivas que se le aplicaron para evitar su fuga, le causa molestias, además de que está inconforme con el operativo de seguridad que se montó en su domicilio del número siete de la calle Galileo.
La PGR clausuró la puerta de su departamento que conecta con uno de los dos elevadores del edificio de 13 pisos y, como medida adicional al brazalete electrónico, el juez asignó a una mujer policía como responsable de vigilarla las 24 horas del día en el interior del departamento.
En el exterior, elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) montan guardia de manera permanente en el acceso al inmueble, mientras que otros se encuentran en calles aledañas con el fin de “reducir el riesgo o posibilidad de que escape”, señaló uno de los federales.
Por su parte, el precandidato a la Presidencia de Morena, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que es derecho de la ex lideresa seguir el proceso penal en su domicilio: “Yo no hago leña del árbol caído, yo respeto mucho a la gente que está en la cárcel y que está en los hospitales. Respeto mucho a los que pierden su libertad”.