El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insiste que quiere seguir siendo amigo de Trump, ante los cuestionamientos de la prensa sobre la situación de la migración y el tema de la imposición de aranceles a productos mexicanos por parte de Estados Unidos.
“Necesitamos mantener una muy buena relación con EU, yo quiero seguir siendo amigo del presidente Donald Trump”, reitera López Obrador, quien ha sido criticado porque no muestra una postura real ante la decisión del magnate estadounidense.
Cabe recordar que el mandatario mexicano ha convocado a los mexicanos a un “acto de unidad”, para mañana 8 de junio en Tijuana, Baja California, en el que, durante la mañanera de este viernes, aseguró que se ha invitado a gobernadores y otros funcionarios para que se sumen.
Al preguntársele por las declaraciones del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, sobre que se desplegarán 6 mil elementos en la frontera sur y si su objetivo sería frenar el flujo migratorio; Andrés Manuel cayó en contradicciones, señalando negando que fuera a haber una contención, aunque, finalmente, sí lo admitió.
“La Guardia Nacional no frenará el flujo en la frontera sur. Lo que dijo Marcelo. Eso que dijo Marcelo. Tenemos por ley que hacerlo, pero al mismo tiempo estamos cuidando que se respeten los derechos humanos y que se atienda el problema de fondo, que es la falta de oportunidades en los países centroamericanos (…) No significa que nosotros estamos incumpliendo las leyes migratorias de nuestro país, se está actuando y lo que dijo Marcelo yo lo respaldo; si tenemos Guardia Nacional es para acompañar a migrantes en su retorno, sin violación a sus derechos humanos”.
Informó que a casi 20 días de haberse presentado el Programa de Desarrollo Integral El Salvador, Guatemala, Honduras y México en coordinación con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Estados Unidos no ha entregado los 5 millones de dólares que se había comprometido a dar a Centroamérica, ni tampoco los 4 mil 200 destinados a nuestro país.
Finalmente, rechazó la ayuda de armamento y helicópteros que forman parte del Plan Mérida, “si quieren aportar, que sea para el desarrollo, para crear empleos, no queremos nada que signifique elevar a rango supremo el uso de la fuerza”.