La Secretaría del Bienestar dio a conocer que se redujo el presupuesto para el Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras debido a que detectaron que la asignación de muchas de ellas fue resultado de discrecionalidad de funcionarios.
De acuerdo con un documento, que la secretaria María Luisa Albores y la subsecretaria Ariadna Montiel entregaron a diputados federales, se detalla que se asignaron estancias a familiares y personas cercanas a servidores públicos.
Además, se formaron “redes” de estancias en las que una misma persona, directa o mediante personas allegadas, operaba varias estancias. También se encontraron cobros indebidos por parte de funcionarios para recibir y aprobar listas, para cambiar domicilios o responsables, así como sobornos en las supervisiones.
Se ejemplifica que los coordinadores llenaban los formatos a modo para incorporar a personas que no cumplían con los criterios y requisitos del programa, es decir, había un “débil control en la dispersión del recurso: se pagaban subsidios por niños fantasma, que no existen o no asistían a las estancias”.
Además, se encontró que un número importante de beneficiarios no formaban parte de la población objetivo del programa: “Se llegaron a cobrar cuotas de corresponsabilidad [adicionales al subsidio de 950 pesos], en promedio de 800 pesos para niños [con buena salud] y 870 con discapacidad.
“Tenían la prestación laboral de cuidado infantil de instituciones de seguridad social por su empleo y aun así recibían el apoyo”, se señaló.
Reglas. En el documento de 11 páginas, del cual EL UNIVERSAL posee una copia, se detalla que el subsidio se entregará directamente a las madres y padres de los niños: mil 600 pesos bimestrales por niño de un año hasta un día antes de cumplir los tres.
Además, mil 600 pesos bimestrales por niños indígenas desde un año hasta un día antes de cumplir los cuatro. Asimismo, 3 mil 600 pesos bimestrales por niño con alguna discapacidad, desde un año hasta un día antes de cumplir los cuatro.
“Se les dará prioridad a madres y padres que no tienen seguridad social, pueblos indígenas y zonas de altos niveles de violencia y niños que ya están en el padrón seguirán recibiendo el apoyo aunque tengan más de tres años”.
Futuro de las estancias infantiles. En el documento se establece que las estancias podrán seguir operando, estableciendo las cuotas que determinen y se coordinarán las acciones del gobierno con el sistema de Salud, el Sistema DIF y los gobiernos locales, con el propósito de tener un esquema y lineamientos de funcionarios de las guarderías que provean a los niños los mejores cuidados por el personal capacitado, alimentación, desarrollo físico y social.