El gobierno federal planea ofrecer cuatro alternativas a las personas que delinquen, para que se alejen del crimen y se conviertan en empresarios.
La Estrategia Nacional de Seguridad Pública, que analiza el Senado para su posible aprobación, plantea que los delincuentes puedan convertirse en hombres y mujeres de negocios legales y regulares, con una vida tranquila, prestigiados en la sociedad y con la garantía de que vivirán más años.
"¿Qué ofrecer a los delincuentes para que dejen de delinquir? En primer lugar, un aumento en la esperanza de vida”, dice el documento.
Otras alternativas que se ofrecerán son: la posibilidad de llevar una vida tranquila y sin sobresaltos; la posibilidad de que encabecen negocios legales y regulares, y alcanzar la respetabilidad social.
El documento señala que una estrategia como ésta fue la que se utilizó hace nueve décadas en Estados Unidos para combatir el tráfico de alcohol.
"De este proceso surgió la bonanza de Atlantic City, Las Vegas, Miami y otros centros de inversión”, resalta.
La estrategia específica de prevención de delito, detalla el documento, se basa en cinco aristas: Desarrollo Alternativo, Prevención Especial de la Violencia y el Delito, Disuasión Focalizada, Cumplimiento Regulatorio y Justicia Procesal, y Proximidad y Atención a Víctimas.
Es en Disuasión Focalizada donde precisa que se planea establecer un diálogo directo y usar la persuasión con los delincuentes, para que tengan una alternativa de solución, basada en un acto de contrición que los lleve a arrepentirse y a garantizar que no volverán a hacerlo.
OFRECEN A CRIMINALES VOLVERSE EMPRESARIOS
El plan prevé dialogar con los delincuentes para que dejen la ilegalidad, vivan más y tengan respetabilidad en la sociedad
El gobierno federal tiene planeado ofrecer a los delincuentes cuatro alternativas para que renuncien a delinquir, entre ellas convertirse en empresarios legales, en un esquema similar al que utilizó Estados Unidos hace nueve décadas para combatir a las mafias del tráfico de alcohol.
Además, planea establecer un diálogo directo y usar la persuasión con los delincuentes, para que tengan una alternativa de solución, basada en un acto de contrición que los lleve a arrepentirse y a garantizar que no volverán a hacerlo; “el perdón de las víctimas y la contrición sincera de los victimarios resultan pasos previos indispensables para las negociaciones”.
La Estrategia Nacional de Seguridad Pública, que analiza el Senado para su posible aprobación, plantea que los delincuentes puedan convertirse en hombres y mujeres de negocios legales y regulares, con una vida tranquila, prestigiados en la sociedad y con la garantía de que vivirán más años.
¿Qué ofrecer a los delincuentes para que dejen de delinquir? En primer lugar, un aumento en la esperanza de vida. Los integrantes de las organizaciones criminales suelen morir jóvenes (el promedio de vida de un joven que ingresa a la delincuencia organizada es de seis meses) y de manera violenta. Ensanchar las perspectivas de la existencia resulta una posibilidad que casi todo mundo ambiciona.
"En segundo lugar, la posibilidad de llevar una vida tranquila y sin sobresaltos. En tercero, la posibilidad de que encabecen negocios legales y regulares. En cuarto, alcanzar la respetabilidad social”, dice el documento.
"Resalta también que “ésta es la manera en que actuó el gobierno de Estados Unidos en los años treinta del siglo pasado para acabar con las mafias que asolaban sus ciudades. De este proceso surgió la bonanza de Atlantic City, Las Vegas, Miami y otros centros de inversión”.
La estrategia específica de prevención de delito, detalla el documento, se basa en cinco aristas: Desarrollo Alternativo, Prevención Especial de la Violencia y el Delito, Disuasión Focalizada, Cumplimiento Regulatorio y Justicia Procesal, Proximidad y Atención a Víctimas.
Es en la parte de Disuasión Focalizada donde precisa que se establecerá un diálogo con los delincuentes para que abandonen el mundo del crimen y se reinserten en la sociedad.
Junto con las instancias correspondientes de los tres órdenes de gobierno, así como con las dependencias encargadas de la política social, se diseñarán e implementarán estrategias que permitan (i) identificar dónde y quiénes se dedican a una actividad ilícita; (ii) comunicarles con claridad las consecuencias de participar o continuar participando en actividades ilícitas haciendo explícitos los riesgos y las sanciones penales asociadas o bien poniendo el ejemplo mediante la persecución efectiva de personas o grupos dedicados a actividades similares”.
También “(iii) movilizar a la comunidad afectada por estas actividades para generar conciencia en las personas o grupos dedicados a actividades ilícitas sobre los daños que generan de forma que la propia comunidad pueda orientarlos para que modifiquen su comportamiento de forma positiva y (iv) ofrecer apoyo para integrar a quienes deseen abandonar la actividad delictiva y den cuenta de ello”, destaca.