El viernes pasado, el encargado de despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán, destituyó a Nieto por transgredir “lo dispuesto en el código de conducta” de la dependencia, por supuestamente violar el debido proceso y la presunción de inocencia al revelar información sobre una investigación en curso.
Nieto afirmó que no reveló información sobre ningún caso y que en todas las entrevistas que le han realizado ha mantenido la secrecía de la investigación, por lo que “si no hay revelación de información no hay delito, no hay violación al código de conducta y no hay remoción”.
Agregó que a casi una semana de su destitución, aún no sabe qué se le imputa, pues “el señor Alberto Elías, a quien aprecio mucho, no señala bajo ninguna circunstancia cuáles son las motivaciones para la separación del cargo”.
Explicó que el día que se le notificó su destitución tuvo una discusión con Elías Beltrán sobre los fundamentos jurídicos, pero éste no le dijo las causas de su remoción.
Respecto a si hubo presión del ex director de Pemex, Emilio Lozoya, por la investigación del caso Odebrecht, Nieto dijo que “la FEPADE tiene la fortaleza para enfrentar éste o cualquier tipo de caso. Al señalar que la FEPADE puede enfrentar cualquier caso, no hay presión”.
“Qué clase de fiscal o fiscalía sería si se deja presionar por un escrito”, agregó, “No acepto ningún tipo de presión y si alguien tiene la intención de presionarme, en mí no tiene ningún impacto”.
Pide al Senado voto abierto sobre su destitución
El ex fiscal electoral dijo que respetará la decisión del Senado?,? de confirmar su remoción o de restituirlo en el cargo, pues lo único que espera “es que se cumpla la Constitución”.
“Creo que es una decisión del Senado, creo que es importante que sea un voto abierto, pero eso le corresponde al Senado”, dijo.
Ayer, las bancadas del PAN, PRD, PT y senadores independientes tomaron la tribuna y suspendieron la discusión para aprobar la Ley de Ingresos, en protesta por el formato para las comparecencias de Santiago Nieto y Alberto Elías Beltrán.
Los senadores de oposición pidieron que el voto sobre el fiscal electoral sea abierto, mientras que el PRI se pronunció por un voto cerrado, por lo que quedaron en suspenso las comparecencias.