Raúl Cervantes Andrade presentó este día su renuncia como Procurador General de la República, informó la dependencia en su cuenta de Twitter.
Raúl Cervantes se reunió este día con la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) en el Senado de la República, donde presentó su renuncia.
El polémico Procurador asumió el cargo el 26 de octubre del años pasado, sustituyendo a Arely Gómez González.
Controvertido desde su nombramiento por ser un hombre cercano al Presidente Enrique Peña Nieto, durante un año al frente de la Procuraduría General de la República (PGR), Cervantes Andrade percibió dos millones 461 mil 464 pesos de salario bruto.
Al presentar su renuncia ante el Senado de la República, quien hasta hoy fue el pilar del Sistema Nacional Anticorrupción, dijo que la investidura de Procurador “fue un máximo honor”.
“El Constituyente no se equivocó al crear una fiscalía autónoma”, expresó Cervantes, cuya presencia en la procuración de justicia fue cuestionado por partidos políticos opositores al PRI -su partido-, organizaciones no gubernamentales y activistas. Temían que el ex Procurador se convirtiera en Fiscal durante nueve años más si el Congreso aprobaba un pase automático. Y el temor era porque una vez fuera Enrique Peña Nieto de la casa oficial de Los Pinos, lo exonerara de cualquier juicio.
Así, lo bautizaron como el “Fiscal carnal”. “No se trata de personas, se trata de instituciones”, expresó. Y recalcó que no tiene ningún interés diferente a servir “a su país”.
“Hace un año, gracias al nombramiento del Presidente de la República y ratificación del Senado, me convertí en el 43º titular de PGR”, escribió Cervantes en su cuenta de Twitter.
“Las instituciones deben dar 3 grandes resultados: 1. Ser más eficientes en la procuración de justicia; 2. Un compromiso indeclinable en combate a delitos electorales y corrupción; 3. Implementar un nuevo servicio profesional de carrera”, refirió Cervantes.
“Sólo así se podrá brindar en nuestro país justicia a una sociedad agraviada por denuncias que en muchos casos no avanzan”, dijo.
Cervantes presumió que en los 12 meses que estuvo al frente de la PGR “no sólo hemos elaborado el nuevo diseño institucional para mejorar nuestra procuración de justicia, también hemos armado varias investigaciones y vinculado a proceso a funcionarios que se sentían intocables”.
El ex Presidente del Senado también condenó que algunos legisladores y políticos hayan usado su nombre y sus “supuestas aspiraciones como excusa para NO avanzar en aprobación de las leyes, que permitirían mejorar las condiciones y herramientas con las que se procura justicia en nuestro querido México”.
“Yo NO tengo ninguna aspiración, fuera de servir con honorabilidad, en cualquier capacidad, pública o privada, a mi país”, expresó en el Senado.
Raúl Cervantes, un político del Partido Revolucionario Institucional (PRI), aspiró a ser el Fiscal General de la República y quedarse 9 años más en el cargo, gracias a una nueva reforma. Pero no pudo. La sociedad civil se movilizó intensamente, y luego los partidos políticos.
La jugada de Cervantes y de Presidencia de la República era aprovechar un “pase automático” hacia la Fiscalía, de tal forma que el también ex representante legal del PRI se quedara todo el siguiente sexenio, ganara quien ganara.Ni Cervantes ni Presidencia pudieron.
De hecho, Andrés Manuel López Obrador, líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y puntero en las encuestas, ha pedido detener ese y otros nombramientos de fiscales y ministros hasta después de la elección, para evitar que el PRI o el Presidente Enrique Peña Nieto quieran dejar colocados a sus incondicionales en puestos clave.
Cervantes estuvo al frente de una de las peores procuradurías que se tenga memoria.
Los niveles de impunidad en México se elevaron a techos nunca antes vistos, a la par de la violencia. El número de ciudadanos asesinados en este sexenio se elevó, pero también se disparó la impunidad.
En medio de la violencia y de la falta de justicia, Cervantes dejó ir al menos a cinco ex gobernadores de su partido: Tomás Yarrington, Eugenio Hernández flores, Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge escaparon de la justicia en México durante el mandato de Cervantes como Procurador.
Borge fue detenido en Panamá; Duarte de Ochoa, en Guatemala; César Duarte sigue prófugo, mientras que Tomás Yarrington cayó en Italia. Eugenio Hernández fue arrestado por las autoridades de Tamaulipas.
Hernández Flores tenía Ficha Roja de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol, por sus siglas en inglés) desde 2015, y así se lo notificó a la PGR a la Procuraduría de Tamaulipas. Sin embargo, la dependencia a cargo de Cervantes no hizo nada. Mantuvo al ex mandatario estatal en total impunidad.
Una fuente del Gobierno de Tamaulipas exclamó a SinEmbargo su sorpresa al saber las autoridades federales estuvieron al tanto de la Ficha Roja de Interpol desde 2015, apenas dos años después de que Peña Nieto asumiera la Presidencia.
Cervantes, quien hoy habló de dejar atrás la impunidad en el país, protagonizó en septiembre pasado otro escándalo tras darse a conocer que es propietario de un Ferrari, con un valor cercano a los 4 millones de pesos, en un domicilio fantasma en Morelos.
De acuerdo con una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), el Ferrari 458 Coupé, modelo 2011 de 8 cilindros, que fue facturado en 3 millones 890 mil 932 pesos, fue registrado en Morelos el 14 de septiembre de 2012, nueve meses después de que ese estado eliminara la tenencia y 13 días después de que Cervantes asumiera como Senador por el PRI.
MCCI consultó con la Procuraduría sobre el auto deportivo registrado a nombre de Cervantes Andrade. Se confirmó que el priista sí tiene un domicilio en Morelos, “y en ese estado ha emplacado vehículos que utiliza, lo ha hecho durante varios años”, les dijo.
Cervantes cargó con una PGR a la que diversas organizaciones e incluso la Auditoria Superior de la Federación (ASF) le han documentado su ineficacia en la impartición de justicia.
Hoy, la parcialidad de Cervantes como Procurador está bajo escrutinio por los escándalos de espionaje en contra de periodistas y activistas a través del software “Pegasus”, así como por la acusación en contra del ex director de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin, quien supuestamente recibió sobornos de la constructora Odebrecht.
Con información de Sin Embargo.