La Comisión Episcopal para la Pastoral Social se suma al llamado de Andrés Manuel López Obrador para la reconciliación nacional.
En un comunicado, expone que ante la jornada electoral del 1 de julio “nos llenamos de esperanza por los resultados del proceso”.
Asimismo indica que “nunca antes habíamos logrado participar tan copiosamente y, en general, pudimos contar con las suficientes garantías para ejercer el voto de manera libre y secreta”.
Por ello llaman a todos los ciudadanos a colaborar cotidianamente en la vida pública del país, “reconocemos y saludamos al Lic. Andrés Manuel López Obrador, como el candidato a la Presidencia de la República con mayor ventaja, según cifras oficiales. Acogemos su primer mensaje en el Zócalo de la Ciudad de México, especialmente en relación a su convicción de respetar la libertad religiosa y el compromiso de buscar la reconciliación nacional”.
En el documento indica: “todo Estado laico moderno está llamado a ser respetuoso de las creencias religiosas de cada ciudadano, y por otro lado, a mantenerse en colaboración con cada una de las asociaciones religiosas que participan de la vida social del País, sin asumir ningún credo como propio”.
“Lo anterior garantiza la posibilidad de vivir abiertamente convicciones fundamentales vinculadas a una experiencia religiosa, expresar nuestros juicios sobre las realidades temporales, específicamente sobre cuestiones esenciales de la vida, la familia, y el bienestar de todo ser humano; la libertad para profesar y enseñar nuestra fe; de ejercer el culto individual y públicamente; de organizarse y tener instituciones con su propia reglamentación, con sus implicaciones materiales y de gobierno; de asociarse para fines educativos, culturales, de salud y caritativos, entre otros”, se agrega.
La Comisión Episcopal indica que la Iglesia, como un miembro más de la sociedad civil, aunada a otros sectores como el empresarial, los organismos intermedios, los sindicatos y gremios, las comunidades indígenas, entre otros, “nos manifestamos dispuestos a participar con el diálogo y en lo que vayamos acordando en la construcción cotidiana de nuestra Patria, a sabiendas de que es tiempo de una gran reforma política”.
También celebra los llamados de los distintos actores políticos y sociales, a la reconciliación y la paz, “estos abarcan nuestra relación con el entorno natural, con los pueblos originarios, los migrantes, y el desarrollo humano e integral que es fundamental construir para todos los mexicanos, a través de la dignificación del trabajo, la vida económica solidaria y la conformación de comunidades participativas de vida que implementen la corresponsabilidad como el eje vertebral de la vida social”.
Además, considera que “es urgente desterrar todo acto de violencia, muerte, crimen, corrupción y egoísmo. El sufragio tiene como sustento y trasfondo, el derecho/deber de cada ciudadano de colaborar continuamente con sus autoridades civiles, y la sociedad en la que se desenvuelve para el bien común”.
“La reconciliación social tiene que ir de la mano con el desarrollo de una ética pública centrada en la persona humana, la solidaridad y el diálogo fraterno en una adecuada comprensión de la diversidad, pero también de una búsqueda de un sentido común”, se indica.
Finalmente, en el comunicado se lee: “nos toca a todos los mexicanos edificar un mejor escenario para esta Nación. Particularmente, llamamos a todos los bautizados a hacer un esfuerzo por conocer y vivir las exigencias sociales del Evangelio, manifestadas en la Enseñanza Social de la Iglesia, tan desarrollada por nuestros últimos pontífices. Reconocemos que Dios quiso poner en el regazo de María Santísima de Guadalupe, a este Pueblo, por lo que como Pastores imploramos a ella Su protección maternal”.