El arzobispo de la Ciudad de México, Carlos Aguiar Retes, prometió transparencia y tolerancia cero con los clérigos católicos que abusen sexualmente de menores, una política que, dijo, incluirá un respeto absoluto a la ley ante las denuncias.
En entrevista con Notimex, el cardenal primado del país latinoamericano se refirió a los retos que le presenta el arzobispado que asumió el 5 de febrero último y que lo ha llevado a ser el guía espiritual de nueve millones de fieles en la capital mexicana.
La primera crisis que debió afrontar, apenas pocos días después de tomar posesión, fue la denuncia contra un sacerdote de su nueva arquidiócesis por supuesto abuso sexual contra una menor de edad. Lo hizo condenando la pederastia y asegurando una colaboración total con las autoridades.
Aprendí que lo mejor es la transparencia y dar testimonio claro de tolerancia cero. Lo había anunciado al momento de mi designación, pero no pensé que iba a tener necesidad de aplicar estos criterios tan rápidamente, es algo que no se puede ni prever ni programar”, indicó.
“Ahora me queda plenamente confirmado que no debemos tener miedo a decir lo que pasa, porque eso nos ayudará a que cada vez sean menos los casos. La mejor ayuda que podemos tener es afrontar las situaciones y conducirnos conforme a la ley para hacer las denuncias”, agregó.
Designado por el Papa Francisco como sucesor de Norberto Rivera Carrera el 7 de diciembre, Aguiar Retes aseguró que desea impulsar una Iglesia que se relacione sin sobresaltos con las autoridades correspondientes.
Por eso eligió al 5 de febrero como fecha de su toma de posesión, fiesta de San Felipe de Jesús, patrono de la Arquidiócesis de México y, al mismo tiempo, el día de la Constitución mexicana.
“Fue un gesto de diálogo y de apertura, porque la Iglesia debe entrar en relación con las autoridades respectivas y, al mismo tiempo, el pedir la ayuda y la protección del primer santo mexicano”, precisó.
Afirmó que, si bien se sentía “señalado” por la prensa como el preferido del Papa incluso mucho antes de ser designado en el puesto, él creía que no sería nombrado porque esperaba permanecer en la Arquidiócesis de Tlalnepantla para consolidar los proyectos iniciados allí.
“Estaba muy tranquilo. Para mí fue una gran sorpresa cuando el nuncio me llamó, 10 días antes del 7 de diciembre, y me dio la noticia. Le respondí: Pero yo, ¿cómo? Él me respondió: Pues sí…. No lo pedí, ni lo busqué ni lo anhelé, por eso confío en la ayuda del espíritu de Dios”, sostuvo.
Más adelante informó que tiene previsto un replanteamiento de las parroquias de la Ciudad de México porque sus estructuras “ya no funcionan”, fueron diseñadas cuando el mundo vivía de otra manera y existía un ambiente más bien rural.