Después del asesinato de dos sacerdotes en Guerrero, el obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, insistió en la necesidad de dialogar con los líderes del crimen organizado, como él lo hace, para reducir la violencia.
"Yo abiertamente lo he dicho, he dialogado con los capos, con los jefes de esos grupos para que cuiden a los sacerdotes, religiosas, seminaristas (...) Siempre he hablado de diálogo para buscar la paz", dijo Rangel en entrevista telefónica.
El obispo también pidió a los electores que en las elecciones de julio voten por quien pueda pacificar el país.
Dijo que lo preocupante es que "estos incidentes son el pan de cada día en Guerrero y en México", y que en ocasiones ocurren con "cierta complicidad de las autoridades".
De acuerdo al Centro Católico Multimedial van 21 sacerdotes asesinados en el país durante la presidencia de Enrique Peña Nieto; muchos de estos religiosos trabajaban en contacto directo con las víctimas.